Sectores como la automoción se agarran a los ERTE ante la crisis de suministros
El perfil de las empresas que se acogen a la regulación temporal del empleo cambia en los últimos meses y la crisis de materiales y logística empieza a afectar
Las actividades de hostelería y turismo, las más castigadas durante los peores meses de la pandemia, comienzan a emprender el camino de vuelta a una ... ansiada normalidad que otros sectores, como el del automóvil, ven alejarse pese a haber hecho buenos números durante 2020 y una parte del año en curso. Así lo afirma, en conversación con este periódico, Gerardo Pérez, presidente de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto). Por todo el territorio nacional, un importante número de concesionarios se están viendo abocados a declarar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas productivas. La razón: no hay coches que vender.
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La crisis de los semiconductores, materias primas y logísticas, que comenzó a ser especialmente preocupante durante la primera de este mismo año, está afectando de lleno a este sector, reconoce. Gerardo Pérez considera que la situación, que redunda en una «falta de producto», no logrará reconducirse «al menos hasta el verano que viene», por lo que acogerse a esta herramienta es imprescindible para «salvar las plantillas», el objetivo irrenunciable.
Esta nueva coyuntura afecta también a empresas de otros sectores, como explica Juan Bayo, trabajador de Portinox, una de las compañías industriales más grandes de Granada, y que entre otras cosas fabrica los barriles de cerveza que llegan a todos los bares y restaurantes de la provincia. Él lleva en ERTE desde mediados de 2020;«al principio cogíamos todos los pedidos que China no atendía porque allí ya no había virus, pero desde que llegaron los primeros casos a España no hemos levantado cabeza», afirma. Bayo no prevé salir del ERTE pronto.
De hecho, este mismo viernes Portinox ya había acordado con la representación de los trabajadores que la regulación temporal del empleo se mantenga en funcionamiento al menos durante todo 2022 porque las previsiones de crecimiento no permiten de momento acercarse a las cifras previas a la llegada del virus. «Ahora mismo no se ve claro absolutamente nada», resume.
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Gerardo Pérez comparte su preocupación pese a que su sector se comportó durante 2020 mejor que la mayoría; calcula que en la actualidad «entre el quince y el veinte por ciento de todas las empresas» del sector del automóvil mantienen un ERTE activo. El objetivo ahora mismo, explica, es «salvar una situación coyuntural» que debe resolverse en los próximos meses. Si no lo hace, es posible que ello acabe redundando en una pérdida directa de los empleos por falta de suministros y actividad:«es muy fácil que eso pueda ocurrir», reconoce.
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