Sanitarios de atención primaria harán de 'detectives' para frenar al virus

«La vigilancia se ha realizado siempre y también la investigación de contactos inlcuso en el momento del confinamiento, con la transmisión continua», expresan desde la delegación de Salud y añaden que a partir de ahora se tendrá que profundizar más en las encuestas mientras no se sepa la evolución de la pandemia.

Las redes estaban ya conformadas por todos los servicios de Vigilancia Epidemiológica de Primaria, Preventiva y delegaciones ya existentes en cada provincia, indican desde Salud que apuntan que además se ha reforzado la Atención Primaria que es el punto de partida, donde se hace sospecha, diagnóstico y declaración con encuesta epidemiológica. «De esa encuesta se extraen los contactos del enfermo que habrá que estudiar, en coordinación con Epidemiología», subrayan.

Desde Granada, Sergio Minué, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), especializado en Atención Primaria y coordinador del Centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre Servicios sanitarios Integrados basados en Atención Primaria de Salud, explica que el rastreo del virus puede hacerse cuando está empezando a expandirse o ahora, en la fase en la que está decreciendo el brote y los infectados diarios son ya pocos.

Este médico de familia explica que la técnica se basa, simplemente, en la «epimediología de suela», que era –como se hacía antiguamente– ir buscando los infectados de los virus casa por casa. «Es algo así como cuando se estudia un brote de legionella en una boda o en un hotel», aclara este especialista.

Al virus se le pueden cortar ya las alas localizando a todos los contactos de los contagiados «al menos dos días antes de notarse los síntomas». Estos deberán recordar con qué personas estuvieron más de 15 minutos y a menos de dos metros. Para realizar este control de la Covid-19, expresa el profesor Sergio Minué que se necesitan medios y por tanto, inversión pública. Y que el los gobiernos puede ver la proporción de ciudadanos y rastreadores que han aplicado otros países. Por ejemplo, en Reino Unido se han establecido 18.000 y en Francia, 30.000. Cuenta este profesor que una especialista reputada ha calculado que en España se necesitarían entre 20.000 y 40.000 localizadores del virus y su expansión.

También para que este método sea eficiente se necesitan pruebas PCR que pueden detectar la presencia del virus con más precisión que los test rápidos, según expresa este especialista que indica que todo comenzaría con la detección de una persona sintomática por parte del médico de familia. El enfermo le comunicaría al facultativo sus síntomas y si estos coinciden con los de la Covid-19, este paciente debería desplazarse a un centro de salud y hacerle una prueba PCR para ver si realmente está contagiado.

A partir de ahí es cuando comienza el trabajo que se necesita que sea «preciso y rápido» de estos encuestadores que tratarán de localizar a los posibles infectados por teléfono. Aquí, según explica el profesor Sergio Minué, entran en juego algunos factores como que el enfermo recuerde y revele con todas las personas con las que estuvo.

Minué defiende que Andalucía tiene la suerte de contar con una Escuela de Salud Pública en Granada que podría impartir la formación para estos encuestadores que podrían ser estudiantes de Medicina o médicos jubilados. «No correrían ningún riesgo y tendrían conocimientos que se podrían completar con la formación específica que sería rápida de impartir», aporta este especialista. Este médico de primaria recomienda a los gobierno a invertir en estos encuestadores y en aportar más calidad a la medicina de familia y, por supuesto, en pruebas PCR para que este sistema surta efecto y se le puedan parar los pies al coronavirus. «Sería aplicar la técnica que se ejercía hace un siglo para controlar las pandemias pero con los medios de ahora», subraya.