Rencillas vecinales, posible origen del incendio de Los Guájares

Lo que no está claro todavía es cuál fue el móvil, qué fue lo que impulsó al presunto autor del siniestro a pegar fuego al monte que se supone que debía cuidar. En este sentido, una de las teorías que ha cobrado más fuerza en estos días es que el origen de la catástrofe pudo tener su origen en rencillas personales. En este sentido, y según fuentes vecinales consultadas por IDEAL, el único investigado podría, presuntamente, estar enemistado con un residente en la zona. Esa supuesta hostilidad habría sido la mecha que causó el incendio. Un sabotaje que solo debía afectar a un 'enemigo' acabó por extenderse hasta arrasar más de cinco mil hectáreas, una hecatombe.

El presunto pirómano quedó en libertad con cargos tras prestar declaración ante la propia Guardia Civil, es decir, que actualmente estaría imputado y a la espera de comparecer ante un juzgado de la costa de Granada, que sería el competente para instruir el caso.

El incendio comenzó en el paraje conocido como 'Barranco Girón', del término municipal de Los Guájares, el día 8 de septiembre del pasado año 2022, y afectó a una superficie de 5.194 hectáreas de los términos municipales de Los Guájares, Albuñuelas, El Pinar, El Valle y Vélez de Benaudalla, y permaneció activo durante veintisiete días, hasta que se dio por sofocado el 5 de octubre. La dirección de extinción llegó a decretar el Nivel 1, «debido a la gravedad del siniestro, y se activaron medios de extinción del Infoca de diferentes puntos de la Comunidad Autónoma andaluza, viéndose movilizados por jornadas más de un centenar de medios aéreos, tales como aviones anfibios y de carga en tierra, aeronaves de coordinación y helicópteros de extinción, además de cientos de autobombas, bulldózers y, por supuesto, el esfuerzo sostenido de infinidad de bomberos forestales y bomberos», según explicó la Guardia Civil tras dar a conocer la detención del sospechoso.

La Guardia Civil tuvo «que emplearse a fondo, no solo en la investigación del siniestro desde el inicio, sino también en perimetrar la zona para garantizar la seguridad, participar en la evacuación de personas, mantener la seguridad del tráfico y, en definitiva, prevenir que el incendio pudiera cobrarse víctimas. Por la magnitud y peligrosidad del fuego tuvieron que ser evacuadas personas de cortijos y viviendas aisladas de la zona, siendo necesario incluso confinar a los habitantes de las pedanías de Acebuche e Ízbor».

La Benemérita bautizó con el significativo nombre de 'Paraíso perdido' a las pesquisas que llevaron a sus agentes a identificar al presunto pirómano. El Equipo de Policía Judicial Medioambiental del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) del instituto armado de Granada puso manos a la obra desde el primer momento, «iniciando una labor que se ha extendido durante un año», detalló el instituto armado en una nota que remitió a los medios de comunicación.