Rebeldes con una buena causa: acompañar a gimnasia a los abuelos de Churriana
Los alumnos expulsados del IES Federico García de la localidad no son enviados a sus casas a cumplir el castigo, sino a efectuar trabajos sociales
Óscar González tiene tan solo catorce años y nunca se ha llevado bien con los estudios ni con la escuela. Este divorcio viene de años ... atrás y, pese a los intentos del profesorado por reconducir su falta de confianza en la enseñanza, siempre se han tropezado con la misma piedra, la falta de motivación.
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Este adolescente de Churriana de la Vega fue expulsado del IES Federico García Lorca hace apenas una semana, pero en esta ocasión el castigo no lo ha cumplido en sus casa, sino colaborando con distintas organizaciones como una residencia de mayores de este municipio, el banco de alimentos o la ayuda a domicilio. «Antes cuando me echaban del instituto, pasaba todas las mañanas jugando a la play (station) en casa. Mis padres trabajaban los dos y estaba solo por las mañanas en casa, por eso me aprovechaba. Ahora me siento útil», dice este adolescente después de ayudar al Banco de Alimentos de Albolote.
La iniciativa ha surgido gracias a un acuerdo entre el área de Servicios Sociales del consistorio de Churriana de la Vega y la dirección del centro de secundariaFederico García Lorca de esta localidad. «Yo quiero ser jardinero o dedicarme a la mecánica, pero me cuesta mucho estudiar.Esto que hago con los abuelos, de hablar con ellos, o acompañarlos a sus talleres es mejor».
¿Por qué te expulsaron?
«Alguien me tiró una lata de cocacola en el recreo y me peleé con él.Me pillaron y me expulsaron». Cada año hay una media de diez alumnos expulsados en este instituto, que tiene casi mil estudiantes repartidos por sus ciclos de formación profesional, bachillerato y secundaria obligatoria.
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«No se aprecian cambios radicales inmediatos entre los menores que se han acogido a esta iniciativa, pero sí hemos detectado cambios de tendencias en sus comportamientos a largo plazo. Lo vemos, sobre todo, en aquellos que formaron parte de esta iniciativa hace ya tres años, cuando comenzó a aplicarse», detalla el director del instituto Federico García Lorca, FranciscoJosé Moral.
Vacaciones
«Cuando nos expulsan y nos mandan a nuestras casas son como unas vacaciones; con estos trabajos, por los menos hacemos algo y así no estamos con la play todo el tiempo», explica este adolescente mientras coge del brazo a una mujer mayor a quien acompaña a clases de gimnasia terapéutica en el municipio. «Este niño es muy apañado, a mí me lleva a gimnasia los martes y los jueves. Vale mucho», comenta RosarioCastillo, una usuaria del servicio de Ayuda a Domicilio de Churriana de la Vega.
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Este chaval colabora con estos servicios sociales desde las 8.30 hasta las 14.30 horas, casi el mismo horario que tiene en el centro educativo en el que cursa estudios de la ESO a sus catorce años.
«Nosotros en la residencia de mayores que tenemos tratamos de que haya un fluido contacto intergeneracional entre ellos y las personas mayores, por ello siempre los sentamos a hablar con los mayores y que escuchen», comenta el responsable de la residenciaMaría Auxiliadora de Churriana de la Vega, Álvaro Morales.
Esta interesante iniciativa opta el próximo 3 de diciembre en Bruselas a los Premios Europeos de Servicios Sociales en la categoría «Equipo excepcional». Detrás hay un amplio elenco de profesionales preocupados porque los más rebeldes en la escuela aprendan a ser un poco más maduros fuera de las aulas.
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Óscar lo tiene bien claro. «Esto es otra cosa distinta a la escuela, aquí hay más libertad y a mí no me importa ayudar a otros», concluye. Este estudiante de la ESO cree que esta iniciativa es una buena medicina para calmar su conflicto con la escuela.
«Vimos la necesidad de actuar con alumnos expulsados del IES»
Luis Rodríguez es el promotor de esta iniciativa y edil de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Churriana de la Vega. «Llevo toda la vida trabajando con menores y vimos la necesidad de actuar con los que eran expulsados del instituto. La grata colaboración de la dirección del centro ha hecho posible este programa». Luis Rodríguez no solo ha puesto en marcha esta iniciativa dirigida a los menores. «También tenemos un programa para ayudar a hijos de padres divorciados y otro para que los adolescentes pasen más tiempo con sus familias, en el que implicamos a los padres». Ahora solo queda que Bruselas premie este plan de intervención con alumnos expulsados. «Ese premio sería una buena guinda a este trabajo»
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