Un vecino de Purullena muere en un accidente en un rally en Marruecos
Otro amigo que iba en el mismo coche se encuentra ingresado en un hospital marroquí en estado muy grave
Un vecino de la pedanía de Bejarín, núcleo urbano perteneciente al Ayuntamiento de Purullena, falleció el pasado lunes sobre las 18 horas cuando participaba en ... una travesía de vehículos cuatro por cuatro al sur de Marrakech, en Marruecos. La información facilitada a este periódico por distintas fuentes consultadas advierte de que el accidente fue causado por la caída del coche, con el que participaba en la travesía, por un terraplén.
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De allí fue evacuado a un hospital de Marrakech donde se certificó su fallecimiento sobre las 23.45 horas del mismo lunes. Otro amigo suyo que iba en el mismo vehículo se encuentra ingresado en otro centro sanitario y su estado de salud es muy grave.
La familia ya ha iniciado los trámites pertinentes para repatriar el cadáver desde Marruecos hasta su localidad, donde será enterrado, aunque de momento es demasiado pronto para saber cuándo podrá llegar el féretro debido a la importante cantidad de permisos y trámites burocráticos que se requieren para traer a España el cuerpo sin vida de este vecino de Bejarín.
El fallecido llevaba varios días participando en la citada travesía, junto a otros cinco vehículos más, y aún le quedaban tres jornadas más de este rally. Este vecino estaba casado pero no tenía hijos y regentaba la gasolinera de Benalúa de Guadix. La noticia ha corrido como la pólvora en su municipio.
Trágicos precedentes
La muerte de este hombre trae el recuerdo de otros dos granadinos que perdieron la vida en Italia y Marruecos en los últimos años. Uno fue el de una vecina de Víznar que murió en el trágico terremoto de Amatrice registrado en el año 2016 y el otro fue el de un montañero, policía nacional, que perdió la vida después del desastroso rescate que efectuó la gendarmería alauita cuando aún se encontraba con vida, un suceso ocurrido en 2015. En ambos casos, los trámites burocráticos de repatriación fueron demasiado lentos y dolorosos para las familias, que a la pena de haber perdido a sus seres queridos se sumaban las dificultades, principalmente económicas, para traer el cuerpo sin vida de estas dos personas a España. Al menos, en el caso de la vecina de Víznar las aseguradoras jugaron un papel importante para cofinanciar los gastos de traer en avión el féretro.
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La funeraria de Purullena y la familia del fallecido comenzaron ayer las correspondientes gestiones para iniciar los trámites de repatriación en los que la Embajada española en Marruecos puede intervenir para agilizar toda la burocracia que conlleva. Mientras tanto, el amigo de la víctima lucha por salir adelante desde un hospital alauita.
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