Los últimos de la fiesta de La Peza: «Ha sido la rave de las raves»

Las últimas 200 caravanas y camiones abandonaron durante la mañana de ayer el terreno donde se ha celebrado la rave que se inició el pasado 30 de diciembre, aunque muchos de ellos confirman que los primeros llegaron el 29 por la noche. Seis días de fiesta continuada con seis escenarios y diversos equipos de música que convirtieron una explanada de dominio municipal de La Peza en una rave eterna que ha superado en asistentes y duración a la celebrada el año anterior en Sorbas (Almería).

La organización es un tema tabú del que la mayoría huye, pero otros confirman que se empezó a gestar hace algunos meses. «Lo único que sabíamos es que se haría en el sur de España. El punto exacto de la localización nos lo comunican tan solo un día antes para evitar que el espacio pueda ser controlado antes de establecernos en él», aseguran. Todos ellos indican que se trata de un evento «muy confidencial» y que evitan la difusión a través de las redes sociales porque hay un mayor control. «Una vez que ya se anunció el sitio, sí que empezamos a extenderlo por grupos de WhatsApp y ahí fue cuando empezó a venir mucha más gente. La Peza ha sido un punto perfecto porque estaba aislado y nos ha ofrecido unas vistas increíbles». Al espectáculo se unieron también vecinos del pueblo y jóvenes de toda la comarca que, excitados por el espectáculo que se había montado a tan solo unos kilómetros de sus casas, aseguran que no se podían perder un 'festival' así, montado encima de forma clandestina.

Una cola de caravanas y camiones de grandes dimensiones esperan en línea poder salir por el camino de tierra por el que entraron hace ya una semana. Otros salen a pie con sus maletas en busca de los turismos que dejaron aparcados en los arcenes.

Algunos conductores se bajan de los vehículos y preguntan a otros si saben en qué puntos había controles y qué revisaban las autoridades. «Los que han salido nos están avisando con qué debemos tener cuidado», explica uno. Unos 200 vehículos no se marcharon del terreno hasta ayer. «Los controles de alcohol y drogas los días anteriores han hecho que muchos prefieran quedarse un día más también para descansar, ya que ayer se cortó la música y se desmontaron los escenarios», concluyen.