Sin pistas de Manuel tras una intensa jornada de búsqueda con drones, perros y más de 150 voluntarios

Han sido más de ocho horas de intensa búsqueda por un campo embarrado en las condiciones más adversas, ya que la lluvia no ha dado tregua. El puesto de mando se montó en el Cortijo de la Miseria, la vivienda incendiada, donde a las 9.30 horas de la mañana ya había más de un centenar de vecinos de Moclín esperando estoicamente bajo la lluvia a que se organizaran los grupos de búsqueda.

Un teniente de la Guardia Civil estuvo al mando del operativo en el que participaron, por parte del Instituto Armado, agentes especialistas del Servicio de Montaña, un guía con un perro adiestrado y tres patrullas de Seguridad Ciudadana. Según fuentes de la Guardia Civil, el mal tiempo impidió que sobrevolara la zona un helicóptero, como estaba previsto, pero se incorporará este jueves si el tiempo lo permite. También se sumarán a las tareas un par de perros especialistas en búsquedas que llegarán desde Madrid.

El dispositivo de Moclín contó además con los efectivos del Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA), voluntarios de Protección Civil llegados de pueblos como Montefrío, Cijuela o Maracena, agentes de la Policía Local de Moclín y de Íllora y la Asociación Guardia Civiles Solidarios que aportó a la búsqueda un dron. Además 150 vecinos se sumaron como voluntarios atendiendo al llamamiento que hizo el alcalde de los Pueblos de Moclín, Marco Pérez, a través de las redes sociales.

El regidor ha vuelto a pedir a los vecios un nuevos esfuerzo para que participen en la búsqueda que se retomará a las 9.30 horas de hoy.

Vecinos de Moclín que conocían a Manuel, algunos incluso de avanzada edad, madres con sus hijas o amigos y compañeros de trabajo de los hijos del desaparecido fueron integrándose en los grupos, donde también pudo verse a gente muy joven, tanto del pueblo como amigos de los nietos. Todos querían ayudar. Algunos enfrentaron la dura jornada bien pertrechados con plásticos, paraguas y botas de agua o montaña pero también los hubo con zapatillas de deporte y sin ropa impermeable, que acabaron chorreando por la lluvia y llenos de barro en un auténtico día de perros. En su buena voluntad, hubo hasta quien se llevó al perro de casa, por si ayudaba.

Al frente de cada grupo estuvo un profesional que dirigió a los voluntarios para que avanzaran en una línea paralela con una separación de unos metros entre los rastreadores. Agrupados en filas, fueron peinando más de nueve kilómetros tanto en dirección Puerto Lope como en dirección Moclín. El objetivo no era correr, sino peinar al detalle la zona y alertar ante cualquier posible pista. Recogieron chaquetas abandonadas, botas... escudriñaron pozos, aliviaderos de agua bajo las carreteras... Ante cada posible zona que requería una parada, la línea se detenía para avanzar en paralelo.

La labor, bajo la lluvia, fue ardua y descorazonadora por la falta de pistas. Pero el gesto y el trabajo de los vecinos de Moclín ha calado hondo en la familia de Manuel Caba. Están emocionados y así lo trasladaban ayer a IDEAL: «Nuestro agradecimiento es absoluto. Ver a tanta gente volcada así, con la poca esperanza que hay y en este día tan malo... Nos sentimos arropados, no tenemos palabras para dar las gracias».