Las Marimantas, los 'espíritus de los infieles', vuelven a las calles de Íllora

La propia niña protagonista de la historia, vecina del pueblo, dramatizará su historia y participará en la noche de las Marimantas, que se celebra en la víspera de la festividad de Todos los Santos en las calles de Íllora. Tras tres años de ausencia, la localidad recupera la exitosa tradición local con la que desafía a Halloween y vuelve a invocar a sus Marimantas, espíritus representados por vecinos cubiertos con sábanas blancas que recorrerán las calles contando historias de miedo dramatizadas inspiradas en hechos reales que sucedieron en el pueblo y en los escenarios reales donde tuvieron lugar.

¿Pero qué son o quiénes fueron en realidad las Marimantas? Cuentan los viejos del pueblo que en realidad las Marimantas no eran más que los vecinos infieles que iban a meterse en camas ajenas y para preservar su identidad salían a la calle de madrugada cubiertos con una manta, para que nadie pudiera reconocerles. Otra versión menos romántica apunta a que la tradición de las Marimantas proviene de la gente que salía al campo por la noche en los tiempos en los que las casas de Íllora no tenían cuarto de baño y se cubrían con una manta para hacer sus necesidades. Como quiera que sea, estas Marimantas cubiertas con sábanas blancas, son hoy el fantasma local de Íllora y cada noche víspera de todos los santos toman las calles para culminar un recorrido con paradas en distintos escenarios donde se representan historias de miedo.

La Peste del siglo XVI que arrasó el pueblo, o el trágico asesinato de una mujer son algunas de las historias que esta noche, con las calles en total oscuridad, representarán un grupo de cuarentas vecinos, liderados por los denominados Mercaderes de Sonrisas y con el apoyo de las asociaciones que luchan por defender las tradiciones locales, la Plataforma prorestauración de la Iglesia e Íllora es Pilar.

Centenares de vecinos ataviados con sábanas blancas, emulando a las marimantas, seguirán el recorrido dramatizado en una nueva esperada edición de la tradición local, que logró un gran éxito de participación en 2019 y que han recuperado estas asociaciones tras tres años de ausencia.

Íllora reivindica así sus tradiciones locales y desafía a la fiesta americana de Halloween, que se ha hecho fuerte en España. En lugar de monstruos o sangre en las calles del pueblo se verán marimantas con sábanas blancas. También están prohibidas las calabazas. En esta singular fiesta ilurquense los que mandan son los meloncillos con los que los más pequeños del pueblo elaborarán farolillos para alumbrar las calles, que se quedan en plena oscuridad para durante el tenebroso 'circuito marimantesco' que promete «temblequeo y repeluzno». Los talleres de elaboración de farolillos y el cuenta cuentos para los niños empezarán a las cinco de la tarde en la Plaza de San Rogelio y el circuito de las Marimantas comenzará a las siete en la misma plaza.