La viruela ovina se extiende al confirmarse el décimo brote en Granada y el primero en Almería
Los positivos en explotaciones de Benamaurel y Oria obligan a prolongar 30 días el encierro de unas 20.000 ovejas en la comarca de Baza
Tras quince días sin que aparecieran nuevos focos y en los que los ganaderos de comarca de Baza ya empezaban a ver la luz al ... final del túnel, el virus de la viruela ovina vuelve a extenderse y el contador de las cuarentenas vuelve a ponerse a cero. La consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía ha confirmado este miércoles, 2 de noviembre, la aparición de dos nuevos brotes en Benamaurel y Oria (Almería), que prolongarán la pesadilla que viven los ganaderos de la comarca de Baza, donde más de 20.000 cabezas de ganado permanecen inmovilizadas en estos momentos con la prohibición de salir a pastar como medida de prevención para tratar de frenar la expansión del virus.
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Las muestras de animales sospechosos analizadas en el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) del Ministerio constataron los nuevos positivos en una explotación de 323 ovejas y cabras en Bemanaurel y una segunda explotación más pequeña en Oria, en Almería, con un censo de 106 animales. Se trata del décimo brote en Granada y el primero en la provincia vecina de Almería, que hasta ahora estaba libre del virus.
Según confirmó la consejería de Agricultura, el virus se ha extendido hasta Oria por su cercanía con el municipio limítrofe de Cúllar, en Granada, que ya se había visto afectado anteriormente por un foco de viruela ovina y caprina. Con los dos últimos positivos de ayer ascienden a once los brotes contabilizados en Andalucía desde el pasado 17 de septiembre.
Las mismas fuentes de la consejería explicaron que la sospecha se originó por la aparición de lesiones compatibles con la enfermedad en animales de ambas explotaciones y los servicios veterinarios oficiales de la Junta de Andalucía procedieron de inmediato, siguiendo el protocolo establecido, a la toma de muestras y a su pertinente envío al Laboratorio Central de Algete. Las muestras fueron confirmadas como positivas por PCR-RT y secuenciación al virus de viruela ovina.
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La aparición de estos positivos disparaba ayer la angustia de los ganaderos que tienen sus explotaciones en el radio de seguridad de diez kilómetros establecido por la Junta y que estaban ya en los últimos quince días de cuenta atrás de la última cuarentena, desde el último brote aparecido el pasado 18 de octubre.
Con los nuevos casos la consejería de Agricultura volvía a decretar confinamientos para las explotaciones que se encuentren en el perímetro de seguridad de ambos focos, que tendrán que guardar 30 días de encierro, lo que disparará los gastos en alimentación.
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Los días de inmovilización del ganado se cuentan a partir de la confirmación de cada último positivo y una vez se lleva a cabo la limpieza y desinfección de las instalaciones, que vigilan e inspeccionan los servicios oficiales veterinarios de la Junta. Al ser los perímetros de seguridad tan amplios, muchas de las explotaciones enganchan una cuarentena con otra, haciendo frente a los sobrecostes de alimentación que supone tener el ganado inmovilizado.
Las ayudas
La aparición de un brote de viruela ovina y caprina, una enfermedad que llevaba erradicada en España desde 1968, se ha convertido así una auténtica ruina económica para los ganaderos de la comarca de Baza, donde se han sacrificado ya 2.800 animales –a las que se sumarán 322 de los dos últimos focos en los próximos días.
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La Junta de Andalucía ha liberado ya una partida de medio millón de euros para ayudas a la alimentación que intentan compensar el gasto extraordinario que están soportando los ganaderos afectados por la inmovilización del ganado, que no puede salir a los pastos donde existe el riesgo de contagio del virus.
«La tramitación se hará mediante una orden y, una vez justificado el gasto por los ganaderos, se les hará el abono del importe en concepto de gastos por alimentación», señalaron desde la consejería Estas ayudas se suman a las ya existente para el perceptivo sacrificio de los animales de las explotaciones afectadas.
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El presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Ovino Segureño (ANCOS), José Antonio Puntas ha mostrado la preocupación del sector por estos dos nuevos focos que prolongarán las medidas de vigilancia y control al menos durante un mes más.
Según Puntas, las exportaciones a los países árabes parecen garantizadas en estos momentos pero les preocupa que pueda caer el consumo nacional de cara a la campaña de Navidad, en la que tan solo en la cooperativa de Baza se comercializan más de diez mil corderos.
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En este sentido, recuerda que se trata de una enfermedad no zoonótica, que afecta exclusivamente a las especies ovina y caprina, sin que en ningún caso pueda transmitirse al ser humano, ni por contacto directo con los animales ni a través de productos de estos.
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