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El agua y el barro volvieron a anegar las calles de Valderrubio. IDEAL

El hondo problema de Valderrubio

La localidad convive desde hace dos décadas con las inundaciones que causa el Barranco Hondo Tobares

C. MORÁN

Granada

Sábado, 18 de agosto 2018, 00:50

Ha vuelto a ocurrir. Y en esta ocasión ni siquiera llovió sobre Valderrubio. El Barranco Hondo Tobares volvió a causar inundaciones en la localidad. Las ... tormentas que este pasado jueves descargaron cerca de 45 litros de lluvia por metro cuadrado en Íllora afectaron también a Valderrubio. El enésimo desbordamiento del Barranco Hondo - donde confluyen cinco kilómetros de cauces y donde muere también la acequia del pueblo- cubrió las calles del municipio de lodo y barro. Y pudo ser peor. Acostumbrados a convivir durante más de veinte años -que fue cuando las autoridades alumbraron el primer proyecto para acabar con el problema- con esa espada de Damocles, los responsables municipales se apresuraron a retirar todas las barreras de todo tipo que evitaban que el agua corriera libre, según explicó Francisca Blanco, la alcaldesa de Valderrubio, a IDEAL.

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La regidora agregó que sus vecinos, además de estar «agobiados» y hartos de aguardar una solución que les libre de la pesadilla que representa el Barranco Hondo para el pueblo, se echan a temblar cada vez que las nubes se oscurecen, toman el cielo y anuncian una tormenta.

En este sentido, la mayoría de los habitantes de Valderrubio han instalado portones en sus casas para evitar, en la medida de lo posible, que el agua y el barro encharquen sus hogares.

Los vecinos se echan a temblar cada vez que el cielo se cubre de nubes y amenaza tormenta

En cambio, colocar obstáculos para impedir que las calles de la localidad se aneguen es una misión imposible. Es inútil poner puertas a la tempestad. Lo único que pueden hacer el Ayuntamiento y los vecinos es esperar a que la naturaleza se calme para emprender las tareas de limpieza. Según la alcaldesa, los trabajos, que comenzaron el mismo jueves, continuaron ayer y proseguirán hoy, lo que da una idea de la magnitud del desastre. En esas labores colaboraron incluso efectivos del Infoca, el dispositivo que lucha contra los incendios forestales.

Visita de la subdelegada

Inmaculada López Calahorro, subdelegada del Gobierno en Granada, visitó ayer el pueblo para comprometerse a buscar un arreglo que evite los disgustos que, con demasiada frecuencia, da el Barranco Hondo a los valderrubienses.

De hecho, López Calahorro se acercó hasta el lugar que origina los males de la localidad y recordó que, recientemente, informó al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, de las inundaciones que sufre Valderrubio cada dos por tres.

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En octubre y noviembre del año pasado, el municipio también sufrió riadas

La última vez que el municipio fue noticia por el enésimo desbordamiento del Barranco Hondo fue el pasado mes de noviembre. Al igual que ha ocurrido ahora, las fuertes lluvias convirtieron el pueblo en una charca de barro. El Ayuntamiento y los vecinos volvieron a mirar hacia el Barranco Hondo y levantaron otra vez la voz. «La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) hizo una pantaneta que debería recoger las piedras, con lo que los daños deberían ser menores. Pero la pantaneta ya está llena de piedras. Nadie la ha limpiado y no cumple su función», explicó ayer Francisca Blanco.

Se da la circunstancia de que en octubre de 2017 Valderrubio también había sufrido otra inundación. Con ese historial, parece evidente que las quejas de los valderrubienses no son caprichosas.

Tragedia en 2010

Con todo, lo peor ocurrió en enero de 2010, cuando una riada se cobró la vida de una vecina de la localidad de 76 años que no pudo salir de su vivienda para ponerse a salvo.

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La tromba dejó prácticamente aislado a Valderrubio y las calles, transformadas en un lodazal intransitable.

El caso es que, por unas cosas o por otras -el cambio y 'descambio' de titularidad de la CHG, por ejemplo-, la solución no termina de llegar. «El primer proyecto es de 1997. Luego hubo otro en 2007, pero la verdad es que seguimos igual», manifestó la alcaldesa Francisca Blanco.

Valderrubio tiene un problema que, a medida que transcurre el tiempo, es cada vez más hondo.

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