Ver fotos
La Guardia Civil homenajea a los dos agentes asesinados hace un siglo en Puerto Lobo (Granada)
Los actos realizados en el cementerio de Nechite y en el acuartelamiento de Ugíjar, han estado presididos por la subdelegada del Gobierno en Granada y el coronel, Francisco García
Martes, 19 de noviembre 2019, 18:08
Cristóbal Ortega Rojas y Eugenio Guzmán Gomero, los dos guardias civiles que murieron asesinados en acto de servicio hace un siglo en el paraje rural ... de Puerto Lobo (Granada), en el término municipal del pueblo alpujarreño de Nechite, han sido homenajeados por la Guardia Civil. Un familiar y el coronel de la Guardia Civil, Francisco García Sánchez, depositaron una corona de flores en la tumba de los dos guardias civiles. Hubo honores y salvas. También se cantó el himno de la Guardia Civil.
Publicidad
La subdelegada del Gobierno central en Granada, Inmaculada López Calahorro, las alcaldesas de Nevada y Válor, María Dolores Pastor y Asunción Martínez, respectivamente, y los alcaldes de Alpujarra de la Sierra y Ugíjar, José Antonio Gómez, y Federico López, respectivamente, asistieron al acto que también contó con la presencia de un gran numero de agentes del Instituto Armado y familiares de los miembros de Instituto Armado asesinados.
Ver fotos
Terminado el acto en Nechite, los asistentes se trasladaron a Ugíjar para en el acuartelamiento de la Guardia Civil, descubrir una placa conmemorativa en honor a los guardias civiles Ortega y Guzmán. La placa reza lo siguiente: «In memorian a los Guardias Civiles D. Cristóbal Ortega Rojas y D. Eugenio Guzmán Gomero. Fallecidos en acto de servicio en Puerto Lobo-Nechite, el día 28 de octubre de 1919. Su entrega, sacrificio y valor han sido ejemplo para la Guardia Civil«. Seguidamente el coronel Francisco García Sánchez, un familiar José Gonzáles, y la subdelegada del Gobierno en Granada, Inmaculada López Calahorro, tomaron la palabra.
El coronel de la Guardia Civil indicó que «nosotros tenemos que agradecer que la delegada del Gobierno nos haya acompañado en este acto que para nosotros tiene un valor muy importante. Con él queremos reconocer el servicio prestado por dos guardias civiles que fueron muertos, asesinados, en el transcurso del servicio, pero lo que queremos significar es un espejo de tota la Guardia Civil. Porque ahora se siguen repitiendo los mismos ejemplos de personas sacrificadas, personas que tienen orgullo de prestar el servicio a la Guardia Civil y de cumplir la misión que se le va encomendando. Cien años hace que ocurrió este desgraciado hecho y hemos querido aprovechar por ello para hacer un homenaje a estos guardias civiles y un homenaje a toda la Guardia Civil que son 175 años al servicio y al lado del ciudadano, y un reconocimiento a los familiares también, para que vean que la Guardia Civil no les olvida«, manifestó Francisco García.
La subdelegada del gobierno dijo: «me sumo a las palabras del coronel, agradezco la invitación para celebrar este aniversario, agradezco también el trabajo de investigación que ha hecho el comandante Torres, que es el que ha descubierto donde estaban las tumbas en el cementerio de Nechite…».
Publicidad
Manuel Ortega Rodríguez, nació en Ugíjar hace 77 años y es nieto del guardia civil asesinado, Cristóbal Ortega, y sobrino del otro guardia civil asesinado, Eugenio Guzmán. «Ha sido una ceremonia estupenda. He llorado y todo. Nunca la olvidaré. Cristóbal era de Ugíjar y Eugenio era del norte y se enamoró de una hermana de mi madre que estando embarazada falleció a causa de una epidemia. Al acto han acudido muchos familiares de La Alpujarra y de Chinchilla, Caravaca, etcétera. Agradezco a la Guardia Civil este emotivo y merecido acto», terminó diciendo.
Los hechos
Cuentan las crónicas que todo empezó el día 26 de noviembre de 1919 cuando una cuadrilla de gitanos naturales de Laujar de Andarax, apodados 'Los Tartajas', viejos conocidos de la policía por el robo de caballerías, en las proximidades del pueblo de Canjáyar, en un cortijo reventaron la cerradura de la puerta con una barrena y robaron dos caballerías. Denunciado el robo a la Guardia Civil, el comandante del puesto de Ugíjar ordenó que salieran en su persecución a los guardias Cristóbal Ortega Rojas y a Eugenio Guzmán Gomero, pues se los había visto merodeando por el municipio de Jerez del Marquesado, en las inmediaciones del 'Cortijo Aravaca'.
Publicidad
Sabiendo que eran perseguidos de cerca por la Guardia Civil pidieron paja a los asustados cortijeros. Dos se escondieron en una alameda cercana, otro en las inmediaciones de un cortijo y el otro subió al piso de arriba y se escondió debajo de la cama, amenazando a los dueños con matarlos si hablaban. Cuando llegó la Guardia Civil al cortijo, la esposa del cortijero buscó al gitano que se había escondido debajo de la cama y a empujones lo sacó de allí entregándolo a los guardias civiles. También fueron detenidos los que se escondieron en la alameda y al que se escondió en una alberca. Detenidas las cuatro personas fueron a la cárcel de Alquife, seguidos de tres gitanas que se habían presentado con las caballerías robadas.
El día 28 salieron de Alquife dirección Ugíjar, maniatados por parejas y éstas unidas por una cuerda cuyos extremos llevaban dos guardias civiles. Como medida de precaución el comandante del puesto de Alquife dispuso que otros dos guardias acompañaran a Ortega y a Guzmán. Estos dos miembros de la Benemérita se volvieron a su cuartel antes de su llegada a Ugíjar porque así se lo pidieron sus compañeros. Varias mujeres seguían los pasos de los perseguidos.
Publicidad
En la 'Fuente del Piojo' y paraje de Puerto Lobo pararon a descansar o a comer. Apenas sentados los guardias, la gitana Isabel Lozano, empuñando una piedra de gran tamaño atacó por la espalda al guardia Eugenio Guzmán. El otro guardia logró ponerse de pie y forcejear con las gitanas, pudiendo disparar su fusil una vez. Aprovechando el instante, un gitano cogió el fusil del guardia herido y con la culata le golpeó la cara del guardia civil Cristóbal Ortega. Después fueron rematados y asesinados.
La Guardia Civil de toda la provincia se puso manos a la obra removiendo La Alpujarra y otras zonas de Almuñécar o Nerja para dar con ellos. Una vez detenidos fueron conducidos a Órgiva y después a Granada capital. Tres gitanos fueron condenados a muerte. Uno fue condenado a reclusión temporal. A una gitana se le conmutó la pena de muerte por la perpetua. Para las viudas y los huérfanos de los dos guardias civiles asesinados se abrió una cuenta en el Banco Español de Crédito. Se recaudó 13.234 pesetas de la época.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión