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Golpe a la comuna jipi de Beneficio
La comunidad reivindica que lleva instalada tres décadas, quiere que se respeten sus «derechos» y que las autoridades dialoguen con su portavoz. La Policía Local de Órgiva retira con grúa más de veinte vehículos con un preaviso de 24 horas
JAVIER F. BARRERA
GRANADA
Jueves, 4 de octubre 2018, 01:38
La caracola ha sonado más de la cuenta en Beneficio, la comuna jipi que sobrevive en un paraíso entre Órgiva y Cáñar, en la Alpujarra. ... La caracola, como en la mítica novela 'El señor de las moscas' del Premio Nobel de Literatura (1983) William Golding, es el elemento que une a estos últimos jipis de España. La utilizan para hablar por turno en el gran tipi indio al que llaman 'big lodge' -algo así como gran refugio-, donde se toman las decisiones de todo lo que aquí acontece, y también hace las veces de las campanas de las iglesias de antaño, que doblaban fuerte para anunciar peligros como incendios o repiqueteaban felices con las bodas y bautizos.
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La caracola no ha dejado de sonar en Beneficio. El pasado martes, porque apareció de improviso la Policía Local de Órgiva para colocar unas enormes pegatinas en los vehículos estacionados en la pequeña pradera que se abre justo antes del valle donde se ubica la comuna jipi. Las pegatinas no eran para invitarles a una fiesta, precisamente: «Jefatura de Policía Local de Órgiva. Expediente de abandono de vehículos. Según la Ley 6/2005 (...) y la ordenanza reguladora (...) y ante el aparente estado de abandono de este vehículo, se ha procedido por parte de esta Policía Local a incoar expediente por abandono y posterior tratamiento como residuo sólido urbano». Dicho y hecho, y con un preaviso de 24 horas, ayer miércoles apareció un amplio dispositivo compuesto por agentes de la Policía Local de Órgiva, un nutrido grupo de guardias civiles, operarios de la Consejería de Medio Ambiente y los conductores de una empresa contratada para retirar los vehículos.
La grúa se llevó coche a coche más de veinte vehículos ante la incredulidad de los vecinos de Beneficio, que rechazaban la medida hasta el punto de que uno de ellos se dedicó a arrancar las pegatinas, quizá para ver si colaba. Hay que destacar que no hubo ni un solo incidente.
Además, los operarios de Medio Ambiente se han dedicado estas 48 horas a retirar todo tipo de basura esparcida por el lugar, hasta el punto que han llenado dieciocho contenedores tipo cuba. Los comuneros agradecen el servicio prestado pero critican al mismo tiempo que además de la basura se han llevado tiendas de campaña completas con todos los enseres que había en el interior. «Nos parece fatal», explicaba ayer a este periódico un grupo de jipis.
Una de ellas quiere explicar que Beneficio no es solo marihuana o delincuencia, «como parece que quieren hacer creer a todo el mundo». De hecho, para los habitantes de este lugar enclavado en la Alpujarra, Beneficio es su vida: «Para mí es muy importante preservar el paraíso donde vivo, y me gustaría resumir en pocas palabras lo que sentimos», explica Teresa. «Es la primera vez en todos estos años que os llamo porque quiero hablar con la prensa. Y lo hago porque queremos que se nos trate con dignidad, que se respeten nuestros derechos humanos y nuestra forma de vivir siguiendo nuestro ideales y creencias».
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Teresa, una suerte de portavoz de la comunidad jipi de Beneficio, explica que no hacen «ningún mal». «Somos también sus vecinos y llevamos aquí más de treinta años, y nos conocemos todos». Lo que piensan ante estos episodios que no dudan en calificar de «acoso», es que podrían hablarles tranquilamente «y llegar a acuerdos» que beneficien «a todos». Y pone ejemplos. «Si quieren talar árboles que los talen, pero que nos lo digan antes, no que entren directamente con las máquinas». Y sigue: «Que quieran llevarse los coches, vale. Pero hablemos primero, y no que en menos de 24 horas se los quieran llevar». Y claro, para esta gente que vive fuera de las normas de la sociedad por decisión propia en un paraíso verde con un manantial que lo enriquece, la actuación de la Policía y de Medio Ambiente les trastoca hasta el punto de que aseguran sentirse «violados, invadidos, amenazados en nuestra intimidad, en nuestro entorno. Esto es en definitiva lo que está pasando dentro de nosotros», termina, confiada en transmitir la imagen real de Beneficio.
Para entenderlo mejor hay que saber que la comunidad jipi de Beneficio es una Rainbow Family, familia arcoíris, movimiento jipi nacido en Estados Unidos en 1972 que preconiza la no violencia, la vida en libertad y en armonía con la naturaleza, sin jerarquías, y que organizan encuentros locales, nacionales y mundiales. «Beneficio ya es tierra liberada», anuncia Estefanía, italiana, una de las veteranas. Liberar la tierra significa en idioma 'rainbow' comprarla y ponerla a disposición de todos. Lo consiguieron a base de donativos. Es una zona idílica, un pequeño valle con gigantescos eucaliptos y cortado por un riachuelo. Arriba, un manantial llena de agua potable una gran alberca junto a una gran cascada. Tipis, yurtas y cúpulas geodésicas se mezclan con otras autoconstrucciones de madera, piedra, barro e incluso paja. Y también tiendas de campaña de quienes llegan para estancias cortas. «Puede venir cualquiera que respete las normas que tenemos», anuncia Estefanía, y se despide con una sonrisa.
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La Familia Arcoíris,los últimos jipis de España
La Rainbow Family of Living Light, también conocida como The Rainbow Family (Familia Arcoíris) es un grupo de personas comprometido a valores de no violencia e igualitarismo no jerárquico. Desde que se fundó en 1972 en los Estados Unidos, la Rainbow Family ha realizado encuentros anuales la primera semana de julio todos los años. Los Rainbow Gatherings (Encuentros Arcoíris) son eventos no comerciales, siendo bienvenidos todos quienes quieran asistir pacíficamente para compartir la experiencia de convivencia comunitaria en un entorno esencial y fraterno. No hay líderes y, tradicionalmente, los encuentros se realizan por el lapso de un mes (una luna o 28 días), en el cual los asistentes realizan varias actividades enfocadas hacia la paz mundial, que es siempre su gran objetivo.
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