Una casa para conectar con el pasado

Un inmueble de Bubión del siglo XVI transformado en museo se convierte en uno de los lugares más interesantes y visitados del Barranco de Poqueira

rafael vílchez

Lunes, 6 de agosto 2018, 13:38

El 'Museo Casa Alpujarreña', ubicado en la Plaza de la Iglesia de Bubión, se ha convertido en uno de los lugares más visitados del Barranco ... de Poqueira, formado por los municipios de Pampaneira, Bubión y Capileira. Construida durante la Reconquista sobre el subsuelo de piedra, la casa que alberga el museo se alza sobre gruesos muros de mampostería realizados con barro de tierra 'colorá', que dejan pequeñas crujías conformando cada planta a base de vigas y alfajías sustentadas por lozas y un grueso lecho de barro prensado.

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En el 'Museo Casa Alpujarreña' se exhiben más de medio millar de objetos de la vida cotidiana, laboral y doméstica de los habitantes de Bubión. La vivienda, que precisó la inversión de 24.000.000 de las antiguas pesetas para su adquisición y rehabilitación por parte del Ayuntamiento de Bubión y la Junta de Andalucía, fue construida en el siglo XVI, poco después de la Reconquista, y como otras de la Alpujarra, conserva en su fachada una cruz de madera que indicaba la cristiandad de sus moradores.

Aunque en el transcurso de los años ha sufrido diversos arreglos, segregaciones y agrupaciones, aún conserva la casa gran parte de su estructura original gracias al interés de sus antiguos propietarios, unos perfectos conocedores y amantes de la tradición cultural del lugar. La organización interior de esta vivienda se repite en todas las moradas antiguas del Barranco de Poqueira. En su planta baja se encuentra la zona destinada a cuadras para todo tipo de animales domésticos, así como el almacén de grano y productos del campo que se depositaban en unos recipientes de obra llamados atrojes.

También en la planta baja se hallaba el lagar para el pisado de uva y las barricas de madera para el almacenamiento del vino y, además, el área para guardar los aperos de labranza. El calor de los animales y el estiércol mantenía caldeada la planta superior donde se situaba la cocina-comedor, con su chimenea incluida, la alcoba, la camarilla y despensa para, y entre otras cosas, congregar y secar algunos productos derivados de la matanza del cerdo.

Son muchas las viviendas alpujarreñas que disponen de una escalerilla para subir al terrao (tejado plano) para, y entre otras cosas, extender productos cosechados en el campo como las mazorcas de maíz, los tomates partidos por la mitad para secar con sal gruesa, las castañas…

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Entre los utensilios distribuidos en las distintas estancias del 'Museo Casa Alpujarreña' se encuentran: ollas, lebrillos, cantaros, romanas, arados, cabeceros de hierro, botas para el vino, aparejos de bestia de carga de una sola pieza, calzado hecho con esparto, sacos de red de tomiza gruesa para acarrear la paja y rastrillos un aparato de radio de los de antes.

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