El arroyo que reventó en Montefrío sigue sin limpiar un año después de la tromba

El Ayuntamiento de Montefrío solicitó la declaración de zona catastrófica para poder acceder a ayudas, pero no se la concedieron. «Teníamos la esperanza pero no nos la dieron, el Gobierno no la concedió porque los informes que aportó la Junta de Andalucía, a través de Protección Civil, indicaban que no había caído la cantidad suficiente de agua», explica la alcaldesa de Montefrío, Remedios Gámez.

La solidaridad vecinal fue lo único bueno que dejó el desastre de las inundaciones, en el que por fortuna no hubo que lamentar desgracias personales. «Desde el Ayuntamiento ayudamos a los vecinos afectados en todo lo que pudimos pero sobre todo ellos se ayudaron mutuamente», recuerda la regidora, que aún se emociona al rememorar aquellos días. Fueron semanas arreglando viviendas enterrados en el fango y daños que, en algunos casos, se cubrieron por parte de seguros particulares y del Consorcio de compensación de seguros.

Las facturas de los trabajos de limpieza, las máquinas para quitar barro y las actuaciones de urgencia para abrir caminos superó los cien mil euros para el Ayuntamiento de Montefrío, que puso toda la maquinaria trabajando en las zonas afectadas y para apoyar a los afectados. Un año después, han recibido ayudas de 73.000 euros por parte de la Subdelegación del Gobierno en Granada y otros 17.000 euros de la Junta, según confirman desde el Ayuntamiento.

«Suficiente dinero no es nunca pero hemos podido sufragar gran parte de lo que adelantamos para abrir los caminos que estaban totalmente cortados y las obras de emergencia», continúa la alcaldesa.

Sin embargo, un año después la huella de la tromba sigue presente en Montefrío, que arrastra una gran asignatura pendiente: la limpieza y recuperación del cauce del arroyo Milanos, que que desapareció por completo tras la inundación.

El río Milanos se desbordó por el puente Juncaril y provocó una avenida de agua que anegó viviendas tanto en la zona conocida como Milanos como en la zona de Venta Conejo, la entrada por Alcalá Real y la salida por Huétor Tájar, separadas por unos 16 kilómetros. En ambas zonas las viviendas quedaron anegadas, en algunos casos con alturas de agua superiores al metro que obligaron a intervenir a los servicios de protección.

Durante el último año, el Ayuntamiento de Montefrío ha solicitado «en numerosas ocasiones» a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir una actuación para limpiar y recuperar el cauce, que sigue obstruido tras la tromba de hace un año, sin que por el momento haya fecha.

«El Ayuntamiento no puede actuar porque esto no se puede limpiar de cualquier manera, tienen que darte los permisos. Algún vecino ha limpiado la zona del cauce más cercana a su vivienda por su cuenta, hay pánico», asegura la alcaldesa. Según explica, el organismo dependiente del Gobierno central llegó a realizar a principios de este año una adjudicación de los trabajos, que se paralizó por un tema burocrático y ahora los han metido en un programa de actuación urgente por las lluvias que se financiará con fondos europeos.

«La actuación está garantizada y desde CHG me han asegurado que es cuestión de un mes, pero estamos todos los días mirando al cielo, psicológicamente no hemos superado este golpe y los vecinos tienen pánico de que se pueda repetir», concluye.