Un primero de mayo virtual por los sanitarios y la industrialización

Los primeros números dibujan el agujero negro del mercado laboral en el último mes y medio. El 18,2% de los ciudadanos ocupados de la provincia se ha ido al paro o está incluido en un ERTE. Los establecimientos de bebidas, los restaurantes y otros proveedores de servicios son los más afectados por los expedientes de regulación. Por otro lado, 13.968 personas inscribieron su nombre en la lista de desempleados de la provincia durante el mes de marzo –cabe recordar que el estado de alarma se decretó a mediados de mes–. 614 sanitarios están afectados por la Covid-19 y uno de ellos ha fallecido.

Son muchos más los números –y sus respectivos rostros– que hacen de este primero de mayo una jornada singular en la historia de la lucha por los derechos de los trabajadores. Por primera vez desde la Transición no hay congregaciones multitudinarias en las calles del país. Los sindicatos mayoritarios han propuesto manifestaciones 'online', con movilización en redes, conciertos y lecturas de manifiestos en Internet. CCOO y UGT lo harán bajo el lema 'Trabajo y servicios públicos, otro modelo social y económico es necesario'. CSIF opta por 'un trabajo seguro'. IDEAL ha pedido a los portavoces de los sindicatos en la provincia que analicen los problemas actuales, retos de futuro y soluciones para un mercado laboral trastocado por una crisis de características desconocidas hasta ahora.

La reducción de la actividad turística en Granada supondrá un impacto directo de 671,3 millones, según un estudio de Exceltur que vaticina una caída del 80,9% del turismo en Andalucía. «No me gusta ser pesimista, pero los augurios no son buenos», reconoce Ricardo Flores, secretario general de CCOO en Granada. «Me preocupa la destrucción de un número importante de puestos de trabajo, porque la 'nueva normalidad' va a conllevar una falta de actividad en sectores como el turismo, el comercio o la hostelería. Esto afectará a ciudades cuya economía está basada en un porcentaje muy alto en estos sectores. La principal industria de nuestra provincia es esa, el turismo».

Como explica Flores, en Granada el sector biosanitario aún no suma una base sólida de trabajadores. «Tenemos un sector muy puntero en las nuevas tecnologías y el sector biosanitario, pero cuantitativamente no es importante. No va a ser capaz de 'absorber' lo que va a perder el sector servicios», explica.

La industria, seguro, tardará meses en recobrar el nivel productivo una vez que la desescalada alcance su última fase. Pero las consecuencias de la pandemia para el turismo son mucho más impredecibles.

Juan Francisco Martín, secretario general de UGTen Granada, pide la industrialización de la provincia en un plan coordinado por empresas, sindicatos e instituciones como la Universidad de Granada:«Es triste que todos los años salgan talentos de la provincia». Por otro lado, hace hincapié en el sector público: educación y sanidad «de calidad», reconoce la labor de los compañeros sanitarios y trabajadores de dependencia y manifiesta su pésame por el fallecido. «No se puede aprovechar la pandemia para recortar lo que ya habíamos conseguido: nadie puede salir de la crisis sin tener unos ingresos mínimos, por eso pedimos la renta mínima vital, trabajos de calidad y salarios dignos».

Victoria Pineda, presidenta de CSIFen Granada, coincide en que hay un «problema» evidente para los sanitarios. «Hemos sufrido la falta de prevención y lideramos el lado 'negro' de la pandemia con más de 400 sanitarios afectados: hemos mandado a nuestros profesionales a primera línea sin armas, protección ni estar preparados para ello».

Hay un reto que no se puede obviar: «Salir totalmente de la crisis sanitaria salvando vidas», resume el portavoz de UGT. Lo siguiente es el empleo y la economía:«Necesitamos otro modelo económico y social. Cuando digo esto, hablo de servicios públicos de calidad. Y en lo social, de trabajo y salarios dignos».

En opinión de Pineda, son tres los retos: la protección social, con test masivos en la reincorporación de los trabajadores, medidas de protección de riesgos laborales y, coincide, un refuerzo del sector público como base para el empleo de calidad, incidiendo en sectores vulnerables como la sanidad, la justicia o la educación.

«Esta es una crisis que tiene un recorrido temporal, podemos estar en condiciones de empezar a recuperar empleo en breve periodo de tiempo», valora Ricardo Flores. Este es el reto: buscar un nuevo modelo social y económico desde ya, basado en la «economía al servicio de los ciudadanos», y no del capital. «No podemos supeditar la producción a que el capital decida dónde y cómo se fabrica, dónde y como se distribuye por el mundo». El Gobierno, opina, debe ser consciente de la necesidad de intervenir en determinados sectores para tener las fortalezas necesarias para no volver a 'tropezar' en una situación similar sin mascarillas, respiradores o trajes de protección.

El sector servicios es especialmente frágil, como denuncian los sindicatos. Es permeable a la precariedad –horas de más, malas condiciones y salarios bajos– y la temporalidad. Ante un panorama como el que se avecina en los próximos meses, abogan por crear una base de empleo sólida en otros sectores. Todo ello, en coordinación con todos los agentes sociales.

«No voy a decir que las soluciones sean fáciles, pero tendremos que encontrarlas entre todos y todas», señala Juan Francisco Martín.«Lo importante es que en una provincia bastante rica, con el Norte, el Poniente, la Sierra y la Costa, consigamos hacer que eso sea real para tener unos ingresos con los que podamos salir del paro que tenemos».

Su homólogo de CCOO, Ricardo Flores, hace hincapié en que el trabajo se ha visualizado en esta pandemia «como la fortaleza del país»: sanitarios, abastecimiento, transportes... «Eso se debe conseguir de forma planificada o cualquier crisis nos va a afectar más gravemente», añade.

Investigación o energías renovables son algunos de los campos estratégicos en los que avanzar, como ejemplifica Victoria Pineda, para desvincularnos de la dependencia del turismo.