La libreta del director

Presos de Rules

Rescato de mi cuaderno de reportero la primera gran movilización de la sociedad civil de la Costa, el 27 de julio de 2010, cuando medio centenar de asociaciones se sumaron para reivindicar la finalización de la A-7 –el tramo de esta provincia fue el último en finalizar desde Algeciras hasta Francia– y las conducciones de la presa de Rules; acabada desde el año 2003 y que se empezó a llenar en 2007. Un agua que, todavía, ha sido más útil a los surferos que a los agricultores. El PSOE gobernaba entonces tanto en la Junta como en el Gobierno central y Javier Arenas se concentraba bajo el puente de La Gorgoracha. Los socialistas –capitaneados por Manuel Pezzi– se sumaron a la manifestación, en una hábil maniobra escapista. Y para calmar los ánimos, el Gobierno andaluz –en aquel momento tenía las competencias– anunció ochenta millones de fondos europeos para poner en marcha las conducciones para abastecimiento humano y riego. La previsión era que la obra estuviera en marcha en 2011 y la consejera de Agricultura, Clara Aguilera. Aquellos ochenta millones irían a parar a cualquier otra parte.

Las obras del primero de los once tramos de tuberías acaban de empezar, trece años después y varios cambios de gobierno de por medio. En cualquier caso, es mérito de los dirigentes actuales. Pero las del segundo tramo están ahora en discusión.

El informe ambiental lleva un año en 'revisión' en el ministerio. La misma burocracia que ha retrasado hasta la exasperación las obras de los espigones. La consecuencia es que, al ser materialmente imposible que esté acabado el desglosado en 2026, no podrá optar a los fondos Next Generation. El Gobierno había reservado –eso dijo– 105 millones para su 80% de los dos primeros tramos. ¿De dónde saldrá el dinero entonces? Esa es la pregunta que los dirigentes no pueden esquivar.

Otra vez Rules vuelve en plena campaña electoral. Lo hizo en las de las anteriores municipales y ahora, precisamente, en las europeas. El pasado lunes estaba prevista una reunión del consejero Ramón Fernández-Pacheco con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en Madrid. El domingo, con el equipo de la Junta ya en la capital, Morán llamó para suspender la cita por motivos de agenda. Hubo otro contacto telefónico el lunes. Pero no se ha aclarado todavía la financiación de la obra. No vale escudarse en que lo prioritario es el proyecto y luego ya se verá. La Costa necesita transparencia y garantías. Compromisos que se cumplan.

Presos de sus promesas por Rules.

FALTA DINERO PARA INFRAESTRUCTURAS EN LA UGR

De financiación es también el problema de la Universidad de Granada. Anoto en la libreta los tres millones que dice necesitar el rector para pagar nóminas. ¿A dónde han ido a parar esos tres millones? Interesante pregunta y se intuye la respuesta.

Todo arranca en una reunión el miércoles 22 de mayo. La Junta tiene alrededor de 1.500 millones para las universidades públicas y, con eso, no alcanza para todas –dicen los rectores–. Me cuentan que el consejero José Carlos Gómez Villamandos se ha comprometido a buscar otras partidas de aquí a final de año. Tendrá una tregua y no habrá excesiva beligerancia en las próximas semanas por este capítulo.

El problema de mayor enjundia, en realidad, es otro. Las universidades no pueden costearse sus planes de infraestructuras con los remanentes, como pretende la Junta. La UGR tiene tres millones en caja y necesita alrededor de cien para sacar adelante proyectos como el centro de inteligencia artificial. Y hay que creer en el campus único a nivel europeo previsto en la Azucarera.

Las universidades son un pilar diferencial y distintivo de Andalucía en el nuevo modelo de conocimiento y emprendimiento. Su financiación hay que abordarla en un debate amplio y sereno y no debe convertirse en elemento de confrontación.