Los productos del súper que más subieron y bajaron su precio en Granada durante el confinamiento
El coste de los alimentos y las bebidas sin alcohol en Granada subió en abril un 1,7%, pero el IPC nacional apunta a un estancamiento en mayo
Los indicadores estadísticos, las encuestas entre de consumidores y el seguimiento de precios realizado por agricultores y ganaderos confirman lo que durante las últimas semanas ... han percibido las familias granadinas:llenar el carro de la compra ha sido algo más caro durante el estado de alarma que en meses anteriores. El indicador de precios de consumo (IPC) para alimentos y bebidas sin alcohol subió en abril un 1,7% con respecto al mes de marzo, y un 4,7% si se toma como referencia el mes de abril del año pasado.
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Este dato del Instituto Nacional de Estadística (INE) es el de la provincia de Granada. El avance de mayo para el indicador a nivel nacional invita al optimismo:se frena el incremento de precios, con una subida de una décima con respecto al mes de abril.
Se minimizan, por tanto, los efectos del coronavirus sobre la producción y suministro de alimentos en todo el país. El índice de precios que elabora la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) permite ejemplificar con productos concretos el incremento en el ticket del supermercado durante la etapa más restrictiva del confinamiento. Según su tabla, el kilo de patata pasó de costar 1,32 a 1,41 euros, la naranja ascendió de 1,82 a 2,31 y el pollo alzó su precio en seis céntimos. Son cifras a nivel país, tomando como base el mes de marzo y aplicando el aumento registrado durante abril y mayo.
Ayer en Granada, en el lineal de frutas y verduras de una cadena nacional de supermercados había naranjas por 1,79 euros y patatas por 1,55. El secretario provincial de COAG Granada, Miguel Monferrer, explica que la subida del precio que se ha dejado notar en el bolsillo del consumidor no es un incremento en origen; es decir, no ha beneficiado al agricultor. Si se toma como ejemplo la patata, el coste se multiplica por seis desde que el agricultor la vende hasta que llega a manos del comprador.
A finales de abril, la organización Facua - Consumidores en Acción, lanzó una encuesta a través de las redes sociales en la que preguntó si los usuarios habían percibido que los precios estaban más caros. El 48% de los más de 10.000 votantes aseguraron haber percibido el incremento en la mayoría de productos, y un 17,2% negaron haber notado un encarecimiento en la cuenta del supermercado.
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María del Mar Solera, presidenta de Facua Granada, confirma que han llegado quejas a través de las redes sociales y por correo electrónico de personas que han a hablado de marcas y supermercados concretos. No obstante, no tiene constancia de ningún expediente relativo al aumento de precios en Granada. Normalmente, explica, cuando el consumidor detecta un incremento opta por cambiar de establecimiento o reduce el tamaño de su cesta de la compra.
Gasolina
El incremento del precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas se ha visto compensado, en el IPC, por la caída abrupta del precio del combustible a lo largo de la pandemia, no sólo en España, sino en todo el mundo. Aquí, la declaración del estado de alarma, primero, y la posterior entrada en hibernación económica durante dos semanas supusieron una reducción del uso del vehículo –y de los combustibles industriales– y con ella de la demanda de gasolina y gasóleo. A finales de marzo, la Circunvalación había perdido alrededor de 100.000 vehículos cada día. Esto se dejó notar desde el principio en los surtidores de Granada.
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Según los datos provinciales del Ministerio para la Transición Ecológica, hace un año llenar el depósito de 50 litros de un vehículo de gasolina costaba 68 euros. En enero de 2020, la misma compra de combustible costaba dos euros y medio menos. El 6 de mayo, sin embargo, llegó al mínimo, con el precio de la gasolina 95 a 1,09 euros por litro: 54 euros por depósito.
Desde entonces, la gráfica de los precios del combustible inició un camino ascendente. Ayer, el litro de gasolina sin plomo 95 costaba 1,13 euros, 56,5 euros por depósito. El dato queda aún lejos del coste previo a la declaración del estado de alarma, pero es un buen indicador de que empieza a crecer la demanda de carburantes y, con ella, se encarece, poco por ahora, el precio por desplazamiento. De momento, los conductores se pueden seguir ahorrando casi 23 céntimos por cada litro de gasolina, en comparación con los costes de junio del pasado año.
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