La Policía Local investiga quién llamó por teléfono para dar el falso aviso de un crimen machista en Granada

La Policía Local recibió una llamada sobre las 13.22 horas de ayer de una mujer que advertía que un hombre se había encerrado con su pareja en una vivienda de Molino Nuevo y había amenazado con matarla. Durante el transcurso de la llamada, la fémina se mostró muy nerviosa mientras contaba lo que supuestamente estaba pasando. Pocos minutos después, la misma mujer volvía a comunicar con la central policial para advertir que la fémina había sido asesinada y el presunto autor estaba atrincherado en un piso del bloque número 13 de la calle Molino Nuevo, incluso aportó el nombre de la presunta asesinada. Cinco minutos después de la última llamada, Molino Nuevo se llenó de policías.

Cuando los bomberos se disponían a derribar la puerta del piso donde supuestamente estaba la mujer asesinada, apareció el dueño de la vivienda y la abrió sin ningún problema. Dentro de este pequeño apartamento no había ninguna mujer muerta solo se avistaba una plantación con 102 plantas de cannabis sativa. Policía Local procedió a la detención del individuo que les abrió la puerta tras acusarlo de ser el propietario de la plantación de marihuana.

Esta falsa alarma generó la movilización de más de cuarenta policías, más de una decena de bomberos y seis profesionales de un dispositivo sanitario. Demasiados medios humanos concentrados en un solo sitio por espacio de una media hora, desde que acuden hasta que se marchan del lugar.

¿Cuál fue la finalidad de las dos llamadas efectuadas ayer para avisar del falso crimen machista?

Atendiendo a los hechos, es decir, a lo ocurrido en el piso donde supuestamente estaba la mujer asesinada, lo único que encontraron allí fue un cultivo con 102 plantas que una vez recolectado y secas las hojas de cannabis sativa podría generar un kilo de marihuana cuyo valor en el mercado es de 2.500 euros. Quizás alguien le quiso fastidiar esta plantación a su propietario.

Pero hay quien va más allá y apunta que igual alguien vio necesario tener concentrados en un mismo punto de Almanjáyar a muchas fuerzas policiales en aras de moverse con más seguridad en algún otro punto de la ciudad donde podría realizarse alguna operación de drogas. Este tipo de llamadas a las centrales policiales avisando de alguna falsa alarma, habitualmente, se han hecho para despistar a las fuerzas de seguridad cuando se intentaba cometer una fechoría por otro lado.

Sea una cosa u otra, la mujer que llamó cometió un delito –como quien llama avisando de la falsa colocación de una bomba– y ahora la buscan.