Piden prisión permanente y otros 48 años más de cárcel para el acusado de asesinar a su hermana y su sobrino en Las Gabias
La mujer estaba embarazada y el niño apenas tenía tres años
Fue un doble asesinato «salvaje», uno de los crímenes más atroces cometidos en las últimas décadas en Granada. En ese sentido, el castigo al que ... se enfrenta el presunto autor de los hechos tampoco tiene precedentes por su dureza. La fiscalía provincial solicita la prisión permanente revisable y otros 48 años más de cárcel para el procesado por acabar con la vida de su hermana, que estaba embarazada de ocho meses, y su sobrino, un pequeño de solo tres años, en la localidad de Las Gabias, según el escrito de acusación provisional elaborado por el ministerio público y al que ha tenido acceso IDEAL. El hecho de que pese sobre el encausado la posibilidad de ser condenado a la pena máxima de presidio que existe en el ordenamiento jurídico español, no supone que no pueda ser sentenciado por otros cargos, de ahí la reclamación de agregar 48 años de reclusión a la sanción más severa que recoge el Código Penal.
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Despiadado ataque
En concreto, la fiscalía solicita la prisión permanente por el asesinato del niño, pero también acusa al investigado de la muerte de la madre, y de los delitos de aborto, incendio y allanamiento de morada, lo que supondría, en caso de ser hallado culpable por el tribunal popular que lo enjuiciará, los 48 años de encierro añadidos (el ministerio público entiende también que en todos ellos concurren las circunstancias agravantes de disfraz y parentesco, según sus conclusiones iniciales).
El suceso ocurrió el 27 de mayo de 2023 en la vivienda de las víctimas, una casa situada en una apacible urbanización apartada del núcleo urbano de Las Gabias. En medio de esa quietud, estalló la tragedia.
El ministerio público imputa al sospechoso la presunta comisión de dos delitos de asesinato, otro de incendio, un cuarto de aborto y también allanamiento de morada
Pasaban catorce minutos de las siete de la mañana, cuando el sospechoso se bajó de su coche y caminó hasta el chalé de su hermana armado con «una barra de hierro de gran tamaño acabada en punta». Llevaba una gorra y una mascarilla quirúrgica para intentar dificultar su identificación. Entró en el inmueble con un juego de llaves que había perdido su hermana tiempo atrás. En el recibidor se topó con ella y se desató un infierno de una violencia inconcebible. «(...) Aprovechándose de la sorpresa de la víctima, de la diferencia de corpulencia entre ambos y del avanzado estado de gestación de aquélla que le dificultaba el movimiento, quedando de esta forma eliminada cualquier posibilidad de defensa por parte de la víctima, se abalanzó sobre (la mujer) y, con la inequívoca intención de acabar con su vida, comenzó a golpearla con la barra de hierro en la cara, en el cuello, en el vientre y en distintas partes del cuerpo, haciendo que la misma cayera al suelo, donde continuó golpeándola salvajemente y, para asegurarse de que llevaba a cabo su mortal propósito, mantuvo la barra presionada contra el cuello de la víctima y procedió asfixiarla, provocando la muerte (de la agredida)», detalla la fiscalía los pormenores del despiadado ataque.
Huida a Torredelcampo
El sobrino del presunto asesino fue el siguiente. El encausado, según la acusación pública, actuó con la misma ferocidad con el niño, que tenía poco más de tres años y estaba en uno de los dormitorios de la vivienda.
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Después de la letal agresión contra el menor, colocó ambos cuerpos en la habitación del chiquillo, «los cubrió con la ropa de cama y le prendió fuego a la misma».
Eran la siete y treinta y dos de la mañana. Presuntamente, el procesado cometió el doble crimen en apenas un cuarto de hora.
Inmediatamente después, abandonó la finca, cogió el coche y partió hacia el municipio jienense de Torredelcampo, donde residía y la localidad de la que era oriunda toda la familia.
Ropa manchada de sangre
El procesado, siempre según la fiscalía, se había desplazado el mismo día de los hechos desde dicha población hasta Las Gabias para, supuestamente, perpetrar los asesinatos. Luego deshizo el camino. «Condujo hasta la estación de servicio 'La Frontera', sita en el kilómetro 69 de la autovía A-44, término municipal de Campillo de Arenas (Jaén), lugar en que se bajó del coche y donde se deshizo del juego de llaves que había utilizado para entrar en la vivienda, de la ropa manchada de sangre y de la mascarilla, así como de diversos efectos incriminatorios que portaba», explica el escrito de acusación de la fiscalía.
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El imputado, M. J. J, de 39 años de edad, fue detenido por la Guardia Civil la mañana del 29 de mayo de 2023 e ingresó en el penal de Albolote el día 31 de ese mismo mes. Allí sigue en situación de prisión provisional.
El pasado mes de diciembre, el juzgado de Instrucción 1 de Santa Fe, que es el que ha investigado el caso, rechazó el recurso con el que el supuesto asesino pretendía evitar ser enjuiciado por un tribunal popular.
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