Le piden 12 años de cárcel por apropiarse de 39.000 euros de una anciana

Así consta en el escrito de conclusiones provisionales de la acusación particular que ejerce, en nombre de la anciana, su hija, que está representada en el proceso por el abogado Juan Fernando Hernández Herrera. Este atribuye al encausado la presunta comisión de dos delitos continuados: uno de apropiación indebida y otro de estafa, en ambos casos «con abuso de las relaciones personales».

Junto a la pena de prisión (pide seis años de encierro por cada ilícito), la hija de la víctima reclama que se imponga al acusado también una multa de 7.200 euros y que pague de indemnización el mismo importe del que presuntamente se apropió aprovechándose del deterioro congnitivo de la anciana, ya declarada incapaz.

Por su parte, la fiscalía solicita la mitad de años de prisión (seis) y una multa de 5.400 euros, pues solo aprecia un delito continuado de apropiación indebida con abuso de relaciones personales. En cuanto a la indemnización, reclama en concreto 34.125 euros más las cantidades de las que se hubiera apropiado del dinero que recibía del alquiler de los garajes y pisos.

En el relato que la acusación particular realiza en su calificación, explica que fue a principios de 2019 cuando el hombre comenzó a residir en régimen de alquiler en un bloque de pisos de Huéscar propiedad de la víctima, que vivía en el mismo edificio.

«Al poco tiempo pasaron de ser vecinos de bloque a convivir juntos en la misma vivienda, junto con su mujer e hijos», prosigue el escrito de hija de la víctima, que considera que este caso debe ser enjuiciado en la Audiencia Provincial de Granada.

El hombre asumió entonces el cuidado de la que había sido su arrendadora. «Poco a poco fue ganándose su confianza hasta que era el quien gestionaba y administraba» el patrimonio aquella, «sin el consentimiento de esta». Asimismo se ocupaba de la cobranza de los alquileres de múltiples bienes titularidad de la señora.

De acuerdo con esta parte, la víctima presentaba «un deterioro cognitivo severo» debido a unas «graves lesiones cerebrales» que derivaron «en una afectación llamativa de la conciencia de sí y su situación». Le fallaba la memoria y «padecía una afección completa para comprender y apreciar su situación patrimonial».

El encausado, presuntamente, se habría aprovechado de esa situación y habría actuado «abusando totalmente de la confianza» que la mujer había depositado en él como cuidador para enriquecerse de forma ilícita. Para ello, comenzó «a utilizar las tarjetas y las cartillas de las cuentas bancarias» de la anciana «sin el consentimiento de esta, ocultándoselo deliberadamente y en su propio beneficio e interés», provocando «un perjuicio» en su patrimonio.

Debido a esos movimientos presuntamente no autorizados por la titular de las tarjetas y cartillas, las dos cuentas bancarias que la mujer tenía en Caixabank y Caja Rural, a principios de cada mes (desde el comienzo de 2019 hasta marzo de 2021 en el caso de la primera cuenta, y desde inicios de diciembre de 2019 hasta marzo de 2021 en el caso de la segunda) «se encontraban con un saldo negativo o muy poco saldo, pese a ser los ingresos en estas cuentas muy superiores a los gastos fijos y domiciliados en las mismas».

Los gastos que detalla la acusación particular van desde pequeños pagos en gasolineras hasta extracciones en efectivo en cajeros automáticos. Solo de una de las cuentas -sostiene esta parte- se habrían sacado 16.860 euros en el período comprendido entre octubre de 2019 y enero de 2021.