El concejal Onofre Miralles, portando el pendón, en Isabel La Católica. Pepe Marín

El pendón tremola con fuerza

Granada acompaña, con sol, a la tradicional comitiva hasta la Capilla Real en la fiesta del Día de la Hispanidad

ENCARNA XIMÉNEZ DE CISNEROS

Martes, 12 de octubre 2021

Con emotividad y con precisión se vivieron ayer los actos tradicionales del Día de la Hispanidad. Un bonito día soleado, en un puente que dejaba ... ver una animación ya casi olvidada, que permitió la mayor solemnidad de la jornada. A poco de dar las doce, la comitiva formada por gran parte de la Corporación Municipal, se adentraba por las rejas de la calle Oficios dirigiéndose a las puertas de la Capilla Real donde el resto de autoridades les esperaban.

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Aguardando el momento –otros se lo encontraron de sorpresa–, un buen grupo de personas; como lo había en la puerta del Ayuntamiento de donde salió el pendón portado por el concejal Onofre Miralles.

El alcalde, Francisco Cuenca presidió la comitiva junto al general de Brigada del Madoc, Antonio Cabrerizo; los ediles y el superintendente de la Policía Local, Antonio Moreno. Y, como acompañamiento musical, la Banda Municipal dirigida por Ángel Carreño.

En la plaza del Carmen, ambiente respetuoso, y muchas cámaras grabando vídeos y haciendo fotos del instante que tanto se echaba de menos. Y en Reyes Católicos y Gran Vía, filas en ambas aceras donde saludé a Miguel Ángel Peláez e Inma Moreno que, como muchos, no se querían perder el momento. Un poco más adelante, Aarya –lo del apellido lo dejamos para otro día–, una turista de origen sueco que chapurrea bastante bien el español, confesaba estar «alucinada», según sus propias palabras.

Representantes públicos

En la puerta de la Capilla Real se encontraban la subdelegada del Gobierno de España, Inmaculada López; la diputada nacional Elvira Ramón; el senador Abelardo Vico; el delegado de Cultura y Fomento de la Junta de Andalucía, Antonio Granados –saludos para el delegado, Pablo García–; y varios parlamentarios como Rafael Caracuel, María del Mar Sánchez, Raúl Fernández, Mª José Sánchez y Francisco Ocaña.

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También estuvieron los máximos responsables de la Policía Nacional, José Miguel Amaya y el comisario provincial Jorge Infantes; de la Comandancia de la Guardia Civil, Francisco Manuel García y el coronel jefe de la Base Aérea de Armilla, José Molino. En el grupo de autoridades, el coronel Federico González-Vico que me recordó que su cargo –el otro día se lo cambié– es el de subdelegado del Ministerio de Defensa en Granada –pronto celebrarán su aniversario–. Y, en nombre del alcalde Santa Fe, Manuel Gil, acudió Miguel Canalejo que es teniente de alcalde. Una vez situados junto a las tumbas de los Reyes Católicos y de la reina Juana y su marido Felipe, accedió el arzobispo Francisco Javier Martínez, con otros sacerdotes, como el capellán mayor Manuel Reyes, que prepara con mimo el 500 aniversario del traslado de los restos de Isabel I.

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Fue entonces cuando el concejal Francisco Fuentes tremoló por cinco veces el pendón de la ciudad –que pesa casi diez kilos– a los acordes del himno nacional. Al finalizar, y frente al Santísimo, se escuchó un solemne Te Deum con un recinto repleto de fieles y curiosos. El tramo final de la celebración incluyó la colocación de una ofrenda floral en la plaza Isabel la Católica y de vuelta al ayuntamiento, donde se dio por finalizado el acto. A cientos de kilómetros, el Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Granada vivía un momento único al participar en el desfile del Día de la Hispanidad presidido por Felipe VI.

Al habla con el jefe, Gustavo Molino, me contaba que había sido una experiencia única, en la que también participaron Jesús Cabrera, Sergio Lopera, Carlos Carvajal, Juan Mallol, Gustavo Baena, Cristóbal Pérez y José Quesada.

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Desde las siete y media de la mañana que llegaron a la Castellana, con dos vehículos, recibieron el saludo de granadinos, personas que tienen aquí familia o que «simplemente les gusta nuestra ciudad». Bonito homenaje para el Cuerpo de Bomberos más antiguo de España que va a celebrar su doscientos aniversario.

Y vuelvo a la celebración local, que me permitió saludar a Pepa Valera que, entre otros, iba acompañada de su nietos, Manuel, María, Rocío, David y Diego –el sexto, Gael, vive en Asturias–; a Paco Carrasco y a Arcadio Ortega, ambos con sus esposas. Bonito día con calor meteorológico –compartido con los puestos de castañas asadas– y humano, que culminó con los himnos y con muchos aplausos.

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