El peligro de inundaciones sigue en Ríofrío, sin soluciones a la vista
Mientras en los pueblos más castigados el pasado año, como Alhendín o Las Gabias se han acometido obras, Loja se mantiene como punto caliente
«A estas alturas de septiembre yo ya estoy temblando». El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, confiesa la inquietud que le invade en esta época ... del año, consciente de que el problema de inundaciones de los núcleos urbanos de Riofrío y Ventas de Santa Bárbara, sigue ahí sin resolver, como una amenaza más que real tras los destrozos de 2018 y el auténtico miedo que se vivió el pasado año.
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Desde la CHG señalan que este año se han invertido 45.769 euros en trabajos para retirar obstáculos en el cauce del arroyo del Salado, aguas arriba de Riofrío. «Sin embargo, el núcleo de Riofrío se encuentra afectado por la zona inundable y de flujo preferente del cauce, y al tratarse de una zona urbana las administraciones con competencia en ordenación del territorio son las que deben proponer soluciones y llevarlas a cabo», esgrimen desde el organismo de cuenca, que tiene que autorizar cualquier obra.
El alcalde advierte, no obstante, que de nada sirve que el municipio o CHG limpie si no se coge el toro por los cuernos de una vez. «Los ríos no entienden de límites competenciales», alega Camacho, que aboga por firmar un convenio y colaborar en el mantenimiento. «No podemos echar balones fuera, esto es de los dos. Hay que investigar las construcciones que impiden el paso del río y hacen de presa y poner orden», sentencia.
El alcalde de Loja también cree que en el caso de Ventas de Santa Bárbara se podría minimizar el impacto de las inundaciones cambiando la ubicación de un puente, «que está en la peor zona posible», una obra «que está prevista desde 2012 sin que se haya consignado nunca presupuesto».
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Bastante más tranquilos tras el susto del pasado año están esta vez en Santa Fe, donde la CHG ha actuado en el arroyo Salado, que se desbordó el otoño anterior, aguas abajo de la carretera Santa-Fe a La Malahá (A-308), eliminado vegetación invasora y obstáculos en el cauce. «En ese frente estamos más tranquilos y también hemos hecho un trabajo importante de prevención municipal y terminado una actuación de encauzamiento, esperemos que este año no pase nada», cruza los dedos Juan Aponte, edil de Mantenimiento del Ayuntamiento de Santa Fe.
Canalizaciones y obras
También en Alhendín han aprovechado el año después de la tromba para acometer obras como la canalización en un punto de los barrancos que cruzan la zona municipal «y los proyectos de mejora de redes se van a quedar resueltos este año para los venideros», explica el concejal de Urbanismo, Jorge Sánchez. «La Junta nos dio 80.000 euros que nos ha permitido acometer obras civiles para desatrancar y entubar zonas», apunta. Los trabajos municipales se suman a los de limpieza que ha llevado a cabo la CHG en la zona.
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En Las Gabias, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha actuado en el arroyo de Las Andas, que se desbordó el pasado año, eliminando vegetación invasora «así como dos captaciones de agua ilegales» que modificaban el régimen natural de las aguas y han reforzado algunas zonas de las márgenes para evitar que esta vez se repitan las trombas.
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