Entre el Paseo de los Tristes y la Alhambra, se recuperará la Ribera del Darro, PEPE MARÍN

El Patronato reúne a los expertos y asociaciones para abordar la reforma del proyecto de Romayla

La recuperación de la Ribera del Darro ha abierto el debate sobre el proyecto para crear un paseo paralelo al de los Tristes

Laura Ubago

Granada

Lunes, 28 de septiembre 2020, 13:10

Los aspersores riegan al compás la vegetación de la colina de la Sabika y la Alhambra parece –en lo alto– dormida. No hay bullicio de ... turistas. La pandemia ha desalojado a diario el Paseo de los Tristes, donde no están montadas las terrazas y tiene completamente libre el poyete desde el que habitualmente se hacen las fotos. El hervidero descansa y la maleza avanza en forma de cañaveras salvajes en el cauce del Darro.

Publicidad

Ahí, entre el río y la Alhambra, hay un espacio intransitable que ahora mismo se confunde con la vegetación y que conserva parte de la historia de Granada. Hay trozos que están visibles y otros que hay que imaginarlos y recrearlos a través de fotos antiguas e ilustraciones. La intención es que se convierta en un paseo y de Ribera del Darro pasará a ser Romayla, por el nombre de la acequia que recorre este pasaje boscoso, de tierra oscura, de humedad evidente y con poco uso; salvo darle paso al Reúma, un hotel históricamente cerrado que funcionó un año porque no tuvo tirón. La obra del Paseo de Romayla está a punto de adjudicarse.

Se trata de un proyecto del Ayuntamiento de Granada sobre suelo municipal, con presupuesto del Patronato de la Alhambra de 1,8 millones de euros. Justo ahora, cuando los trabajos están a punto de comenzar, han surgido las voces discordantes por este concepto de reforma, sobre una especie de parque urbano en el trayecto de esta joya histórica. Las voces críticas piden una actuación de más envergadura para que no se produzca la «pérdida irreparable» de bienes culturales de un «extraordinario valor».

Para profundizar sobre Romayla se llegó a organizar, en 2016, hasta una exposición. Y hoy lunes, para disipar las dudas e intentar aunar las voces, el Patronato de la Alhambra y el Generalife junto al Ayuntamiento de Granada han convocado una reunión con representantes de la Real Academia de Bellas Artes, la asociación Oppidum Eléberis, la Unesco, Ciudadanos por Granada, el Centro Artístico y la asociación de vecinos del Albaicín.

La actuación prevista propone recuperar un recorrido por los cármenes y molinos del Darro bajo el bosque de la Alhambra, y también realzar la acequia Romayla, elemento del paseo, que entraba por el acueducto y Molino del Rey Chico, discurría por los cármenes del Aljibillo y del Granadillo y acababa delante del Hotel Reúma. La acequia continúa encauzada por el acueducto de San Pedro para desdoblarse entre la puerta de los tableros y seguir su curso ya como acequia de Santa Ana bajo las calles del barrio de La Churra.

Publicidad

Y este es el espacio a recuperar, un lugar «sensible», cargado de patrimonio que hay quien piensa que daría para mucho más que un paseo normal. Los mismos que entienden que no pegaban los aparatos biosaludables en la placeta del Rey Chico.

«Allí hay un imponente acueducto del siglo XVIII, hay restos de viejos molinos que aprovechaban el agua de las acequias; por allí circulan los remanentes de riego de la Alhambra y quedan restos de jardines antiguos de sus cármenes». Así definen el contenido de lo que será Romayla una serie de autores que participaron en una exposición sobre esta zona llamada 'Paseo de los Cármenes del Darro', que se organizó en 2016 para hablar de esta zona a recuperar.

Publicidad

Para entender el paseo que granadinos y turistas podrán recorrer en 2031 –fecha de la Capitalidad Cultural– hay que partir de la idea de que la obra pretende recuperar el cauce de la histórica acequia, cuya estructura se conserva solo en algunos tramos. Del parque junto al edificio cultural Rey Chico saldrá el nuevo paseo, en la zona del antiguo Carmen del Granadillo.

Con bancos

En dos alturas, este camino con vegetación, algún banco siempre que no comprometa las vistas y suelo de alpañata –una tierra de tono arcilloso–, llegará hasta el hotel Reúma. Una rampa permitirá bajar a un nivel inferior, más próximo al río, que desembocará en la terraza más baja, al mismo nivel que el antiguo sanatorio. En esta zona, la acequia tiene un 'salto' de tres metros y su cauce queda soterrado hasta al desembocadura a la altura de la plaza de las Chirimías.

Publicidad

Los que se mantienen más reticentes son los miembros de la Real Academia de Bellas Artes de Granada, que critican el proyecto por considerarlo «incompleto». Para ellos, se va a realizar un parque en una zona con mucho valor histórico, sin más. Por eso, apuestan por una obra más ambiciosa que, además, «acerque de verdad la Alhambra a la ciudad».

Para entender lo que plantean los académicos es mejor observarlo sobre el terreno. Su propuesta se basa en que el paseo no sea algo aislado y piden que no se corte: que sea un hilo conductor capaz de unir la calle Santa Ana (para lo que ahora había que hacer un puente de madera) con –en el otro extremo– la Cuesta del Rey Chico, para terminar en la Alhambra y salvar la deteriorada Cuesta de los Chinos.

Publicidad

«La ausencia más clamosora en este proyecto es la del barranco del Rey Chico y el acceso histórico a la cuesta, del cual solo se dice que se recuperará el acueducto sin hacer referencia a los valiosos molinos que explican la singularidad de un enclave privilegiado», expresan los académicos en su protesta.

El proyecto municipal, sin embargo, explica que se está proyectando una actuación en la Vaguada del Rey Chico, cuya finalidad es recuperar el cauce descubierto del arroyo y el recorrido original de la Cuesta de los Muertos, poniendo en valor el acueducto, el molino del Rey Chico, el del Aljibillo y la Puerta del Bosque y que se trata del puente que ha de trazarse como consecuencia de la recuperación del cauce abierto del arroyo, que en la documentación gráfica de esta fase queda indicado, pero que «será objeto de un proyecto individualizado dada su complejidad».

Noticia Patrocinada

Una conexión deseable

Por la zona que pega a Plaza Nueva también echan de menos la continuación del paseo y la recuperación de la finca donde se encuentra la Puerta de los Tableros, por la que sigue discurriendo la acequia y constituye una «deseable conexión del recorrido con la calle Santa Ana», señalan los académicos. Los miembros de la Real Academia de Bellas Artes apuntan que dejar atrás elementos singulares de esta espacio sería provocar la «pérdida irreparable de bienes culturales de un extraordinario valor en un entorno de mucha importancia histórica».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad