El origen de los terremotos en Granada

La pregunta es ¿qué probabilidad hay de que se produzca un terremoto potencialmente devastador en Granada? Es imposible hacer una predicción, pero la geología sí maneja estadísticas, patrones y variables que permiten hacerse una composición de lugar. Eche un vistazo al gráfico que aparece a continuación. La franja comprendida entre Granada, Almería y Murcia aparece en rojo. Esto significa que en un periodo de quinientos años hay mayor posibilidad de que se registre un temblor de intensidad ocho -en una escala de uno a doce-. Pero observará que dentro de la provincia granadina hay una mancha granate, que abarca básicamente la Costa Tropical y la Vega de Granada, donde el indicador llega a nueve.

Y es que la Tierra está en un proceso continuo de transformación. Los continentes nunca han parado de desplazarse. África se aproxima a Europa en sentido contrario a las agujas del reloj. Esta colisión de las placas, entendidas como fragmentos de la litosfera que se mueven como bloques rígidos sobre el manto del planeta, determinan la orografía tanto del sur de la Península Ibérica como del norte de Marruecos, y también son el origen de los terremotos.

Ese contacto es muy 'cortante' entre las Azores y Gibraltar, lo que se denomina la 'transformante', y mucho más difuso al Este de Gibraltar, en el Mediterráneo occidental. Este 'choque' fue el origen de Sierra Nevada y del resto de las cadenas montañosas que rodean el Mediterráneo desde la Bética hasta los Alpes. En este gráfico usted podrá observar en qué dirección 'viajan' las placas continentales.

Esta colisión entre la placa africana y la euroasiática genera terremotos de forma casi ininterrumpida. Lo puede comprobar en el visualizador de seísmos del Instituto Geográfico Nacional. La sismicidad es constante en el Mar de Alborán, en el Golfo de Cádiz, Azores, Cabo de San Vicente y también en territorios de interior como la provincia de Granada. En este mapa puede ver la localización de los seísmos y la intensidad en función de los diámetros de cada punto.

Pero centrémonos en Granada. Si nos atenemos a los registros de terremotos desde 1900, la inmensa mayoría se localizan en la Vega de Granada. Afortunadamente, casi todos son imperceptibles para la población. Pero en la provincia sí que ha habido seísmos que han provocado daños en los últimos dos siglos.

¿Y por qué, afortunadamente, la mayoría de los terremotos que se producen en Granada no son de intensidad superior a cuatro? La potencia de la sacudida es directamente proporcional a la longitud de las fallas, y las que hay en la Vega no son excesivamente grandes. A pesar de ello, las estadísticas están ahí y en cualquier momento se puede producir esa sacudida con potencial afectación a viviendas que no fueron construidas con las últimas normas de sismo resistencia. En esta gráfica usted puede observar cómo funciona una falla.

Una falla es un plano que corta las rocas a lo largo del cual se han deslizado los dos bloques el uno respecto al otro

Los tipos básicos de fallas son

Los geólogos han trabajado durante décadas en la localización de las fallas y sus características. Todos los datos son de extraordinaria utilidad. Es imposible predecir cuándo se producirá un terremoto, pero sí se puede actuar de forma preventiva mediante construcciones resistentes y advirtiendo a la población qué debe de hacer en el supuesto de un gran seísmo. En la provincia hay entre veinte y treinta fallas activas.

Una de esas fallas activa es la de Nigüelas, de unos quince kilómetros de longitud. Su interés es múltiple. En el denominado 'plano de falla', perfectamente visible, son más que patentes las estrías y fisuras marcadas en la roca provocadas por un movimiento de 0,8 milímetros desde hace dos millones de años. Los talcos y las arcillas del terreno actúan como lubricante y el desplazamiento se produce de una manera muy lenta. Además, en la vertical de Nigüelas, a 600 kilómetros de profundidad, se han producido los terremotos más potentes registrados en España en los últimos setenta años. Allí hubo uno en 1965 de 7,8 grados y en 2010, de 6,2 grados.