Un vuelo internacional en el Aeropuerto de Granada. A. Aguilar

El número de extranjeros que viven en Granada se multiplica por cuatro en 20 años

La población de origen foráneo supera el diez por ciento del total en uno de cada cuatro municipios

Juanjo Cerero

Granada

Viernes, 26 de abril 2024, 00:22

Cada vez son más los granadinos de origen foráneo. La población nacida en el extranjero que está empadronada en la provincia es más del cuádruple ... que la que se encontraba en esta misma situación hace veinte años, de acuerdo con la serie histórica de datos del padrón continuo que pone a disposición pública el Instituto Nacional de Estadística (INE). En 2002, por ejemplo, este grupo estaba formado por 15.857 personas, mientras que en 2022, último ejercicio del que hay cifras consolidadas hasta el momento, la cota escalaba hasta las 69.157, es decir, más del triple; en concreto, el diferencial alcanza los 336 puntos porcentuales.

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El seguimiento de la serie de datos permite observar cómo la variación en la situación política y económica ha sido un motor significativo de los cambios observados en estas dos décadas. El primer gran repunte en el número de extranjeros empadronados se produce precisamente entre 2002 y 2005, en el contexto de la consolidación del euro, la incorporación de hasta 12 nuevos países a la Unión Europea y la firma y ratificación de tratados como los de Niza o Lisboa. Durante esos años se vieron aumentos año sobre año que llegaron a superar los 40 puntos porcentuales, y la tendencia continuó siendo alcista hasta 2008, cuando el efecto de la crisis económica llevó a que muchas personas que habían venido a Granada buscando una vida mejor acabaran retornando a sus países de origen. La tendencia se invirtió entonces, y las variaciones interanuales fueron negativas entre 2012 y 2017, cuando el Reino Unido se encontraba ya plenamente inmerso en el debate sobre el Brexit tras haberse celebrado el año previo el referéndum sobre su permanencia en la Unión Europea.

Ya en 2018, este contexto político, sumado a la lenta pero sostenida mejoría en los datos económicos, volvieron a registrarse cifras positivas de crecimiento en el número de extranjeros en la provincia, una tendencia que tomó progresivamente fuerza hasta 2020, cuando el efecto de la pandemia frenó este proceso. Aunque las cifras no han vuelto a ser negativas, sí son más escuetas; en 2022, por ejemplo, se registró un 2,65% más de granadinos nacidos en el extranjero que durante el año previo, mientras que en 2018 y 2019 la cota se había quedado en ambos casos por encima de los seis puntos. En todo caso, el cómputo global deja una interpretación clara: un incremento del peso que tienen los foráneos sobre el conjunto de la población de Granada. Si en 2002 apenas eran el 1,94% del total, hoy representan el 7,5%, es decir, a uno de cada 13 habitantes, aproximadamente.

Entre trabajo y vacaciones

Un análisis municipal de la serie histórica de datos del organismo estadístico nacional permite comprobar que el crecimiento ha sido bastante desigual entre las diferentes zonas de Granada, impulsado sobre todo por dos tipos distintos de procesos migratorios. Uno, por motivos de trabajo, más pegado a los lugares con fuerte producción agrícola de temporada, por ejemplo. Otro, más de vacaciones, de ocio o de retiro, con la proliferación de segundas residencias en zonas como la Costa Tropical o la Alpujarra, donde no es extraño encontrar familias extranjeras a la búsqueda de un estilo de vida distinto.

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Así, con respecto a 2003 -primer año del que el INE ofrece datos desglosados por localidades-, entre los municipios donde más ha aumentado el peso de la población extranjera sobre el total del censo en términos absolutos es posible encontrar nombres como Cástaras (+32%), Jete (+29%), Gualchos (+27%), Albuñol (+26%) o Torrenueva Costa (+22%); con la excepción del primero, situado en la Alpujarra, este 'top 5' está compuesto casi exclusivamente por municipios costeros. Pero justo debajo, en sexto lugar, se encuentra el caso de Zafarraya, en la comarca de Alhama, que ejemplifica la influencia en este sentido de, entre otros factores, el trabajo agrario. Si el caso de la capital granadina, por ejemplo, sirve de referencia, en este mismo lapso de tiempo el peso de la población foránea aumentó en un 4,5%, a mucha distancia.

En 2022, hasta uno de cada cuatro municipios que componen la provincia, 45 de los 174, tienen al menos un habitante de origen extranjero por cada diez. Los porcentajes más altos se registran, de nuevo, principalmente entre municipios con acceso al litoral y en la Alpujarra, donde también influyen los progresivos procesos de despoblación en busca de mejores oportunidades laborales y económicas de la población española. Las primeras posiciones las ocupan los municipios de Polopos, Albuñol y Gualchos, todos ellos en la Costa Tropical, y donde al menos uno de cada tres habitantes empadronados nació fuera del país. Por su parte, la Alpujarra se ve representada por localidades como Cástaras, Carataunas, Órgiva o Cáñar; en todos ellos, los vecinos foráneos suponen más del 25% del conjunto.

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Por el lado contrario, solo hay cuatro municipios en toda la provincia donde este grupo de personas no lleguen a suponer el 1% del conjunto. Se trata de Torre-Cardela, Alicún de Ortega, Gobernador y Montejícar. En términos absolutos, por su parte, son hasta 11 los núcleos de población en los que hay censados menos de diez habitantes de origen extranjero. A los casos ya citados en este contexto hay que sumar los de algunos municipios de comarcas como las de Guadix o Los Montes, como ocurre con Morelábor, Albuñán, Alamedilla, Beas de Guadix o Dehesas de Guadix, entre otros.

Marruecos, Bolivia y Colombia, las mayores diásporas de la capital

De acuerdo con los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la ciudad de Granada hay empadronadas un total de 18.125 personas nacidas en el extranjero, lo que supone el 7,9% de toda la población de la capital. De entre todas ellas, las comunidades más numerosas son las de los ciudadanos con origen en países como Marruecos, Bolivia y Colombia. La presencia de diásporas de América Latina es la más significativa con diferen cia, ya que el 'top 5' lo completan Argentina y Venezuela, mientras que en sexto lugar se encuentra el primero de los países africanos, Senegal.

La comunidad marroquí, con mucho la más numerosa del total, agrupa a 5.853 personas, lo que supone cerca de un tercio del total de empadronados de origen foráneo; en concreto, el 32,3%, un punto por debajo de esta cota. Por su parte, las otras cinco mencionadas se mueven entre los mil y los dos mil vecinos, muy lejos de los datos de Marruecos. Entre todos ellos apenas suman mil personas más que las del país vecino. Por el lado contrario, las diásporas menos numerosas de entre las 29 que analiza el organismo estadístico nacional son la de Bulgaria (45 personas) y la de los nacidos en Oceanía (52).

En términos relativos, es la comunidad boliviana, de lejos, la que más ha crecido a lo largo de los últimos 19 años, ya que era prácticamente testimonial antes de la irrupción de la crisis de 2008, momento a partir del cual experimenta un aumento continuado que se ha estabilizado bastante desde 2019. También se ha multiplicado por más de diez el peso de la comunidad nigeriana, por ejemplo.

Por el lado contrario, la única diáspora que ha reducido su tamaño en este lapso de tiempo es la alemana, con una caída que se remonta a los peores años de la crisis económica que comenzó en 2008. Hoy este conjunto de ciudadanos es un 19% más pequeño que en 2003. El menor crecimiento, por su parte, lo presenta la comunidad de ciudadanos de origen francés, con una variación de un 0,2% en casi dos décadas.

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