Planes | Sierra de la Sagra
El nuevo Parque Natural de la Sierra de la Sagra, en su máxima expresiónAdemás del bosque de secuoyas, la cumbre más alta de Andalucía tras las de Sierra Nevada ofrece lugares y paisajes por descubrir en uno de los sitios con más encanto de la provincia
Es la cumbre más elevada de Andalucía tras Sierra Nevada y sus cimas. Está enclavada a la espalda de las Sierras de Cazorla y Segura, ... en el extremo norte de la provincia de Granada. El paisaje que la rodea es de contrastes muy marcados, pasando de una vegetación casi esteparia en algunas zonas a notables bosques de pinos y encinas. Está formada por 70.000 hectáreas de espacio generoso en fauna (sobre todo aves), flora (con similitudes con la de algunas montañas del Atlas marroquí) y variedad paisajística. Según el año, su cumbre y sus laderas permanecen con nieve en otoño, invierno y primavera.
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Es La Sagra, que recientemente ha sido declarada Parque Natural, una sierra y un pico aislado en el norte de la provincia de Granada, entre los términos municipales de Huéscar y Puebla de Don Fadrique. Es el punto más alto de la cordillera Subbética y del Altiplano granadino. Su altitud es de 2.383 metros en su parte más elevada –tiene una doble cima de altura desigual–.
De laderas empinadas cubiertas de espesos bosques de pino salgareño (también llamado laricio o negral), una pista forestal en su parte oeste permite acceder hasta la cima, desde donde en días despejados se puede ver el litoral almeriense a lo lejos. Fruto de la orogénesis alpina que actuó en la zona hace 25 millones de años, una de sus particularidades es que en la cima pueden encontrarse fósiles de especies marinas como almejas, bivaldos y similares.
Entre su flora destacan los bosques de encina a pie de monte. En sus zonas más húmedas se pueden encontrar ejemplares de roble carrasqueño o valenciano, también llamado quejigo, y puntulmente, arce granadino, una especie cuya hojas son opuestas y palmadas. Ya en sus alturas, el pino salgareño se adueña del ecosistema.
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Un trozo de Yosemite
Pero, sin duda, el ejemplar arbóreo más llamativo de La Sagra es la secuoya. Se encuentran en una hacienda particular, en la finca de La Losa, en la carretera que une Huéscar con la A-317 (vía que lleva desde la Puebla de Don Fadrique a Santiago de la Espada). Son una rareza que crece aquí desde hace 150 años y a miles de kilómetros de sus antepasados norteamericanos. Y es que la secuoya es una especie de origen californiano que habita principalmente en el Parque Nacional de Yosemite, en las montañas de Sierra Nevada de California, curiosamente.
La Sagra es vecina de la otra Sierra Nevada, la granadina, y en su interior alberga un bosquete de unos árboles cuyo ejemplares más altos en su versión americana llegan a medir más de 100 metros. Los oscenses son jóvenes en relación a aquellos pero alcanzan en algunos casos los 70 metros de altura. Para hacerse una idea de su magnitud, miden como un construcción de 22 plantas aproximadamente.
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Pero las secuoyas no son el único atractivo de La Sagra. A unos 20 kilómetros de La Losa se encuentra el pantano de San Clemente, que fue creado en 1990 sobre el pueblo del mismo nombre. El río Guardal, un afluente del Guadiana Menor, es el responsable de llevar el agua hasta allí. El embalse tiene una supercie de 622 hectáreas y su capacidad máxima es de 117 hm³. En las cercanías del embalse se encuentran zonas habitadas como la pedanía del Canal de San Clemente (Huéscar) y elementos culturales como el Canal de Carlos III, la Presa de La Reina, el Puente de las Ánimas o Los Pilares.
Observatorio astronómico
En la cara norte de La Sagra se encuentra el observatorio astronómico. De propiedad privada, está situado en término municipal de Puebla de Don Fadrique. La gestión científica, en cambio, depende del Instituto de Astrofísica de Andalucía. Fue inaugurado el 14 de junio de 2004. Está dedicado a la investigación en el campo del sistema solar.
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La Sierra de la Sagra es también un refugio natural para especies como el buitre leonado, la víbora, el águila perdicera, el gato montés, el buho real, la liebre o el jabalí, con muchos invertebrados interesantes, entre los que destacan mariposas y escarabajos, son sus más preciados valores naturales. De hecho, ha sido declarada Zona de Interés para la Conservación de los Invertebrados de Andalucía (ZICI).
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