Nueve empresas optan a las obras del último tramo de la variante de Loja

Entre las aspirantes a las obras, que fueron licitadas la pasada primavera por 281 millones de euros, se encuentran importantes compañías del sector, algunas de las cuáles ya se postularon para la realización de los otros dos tramos de la infraestructura que se encuentran en construcción en estos momentos.

Entre las mismas están la UTE conformada por Azvi, San José, Copasa y Lurpelan, la que integra a Becsa, Ecotunel, Asch, Gevora y Sarrión o la que incorpora a Contratas y Ventas, FCC y Bibiloni. También están participando en el proceso la unión de Dragados, Vilor, Tecsa y Obras Subterráneas, la que conforman Ferrovial y Vías y Construcciones, la que integran Lantania, Copcisa, Aldesa y Helioppol o la que une a Obrascon, Comsa, Martín Casillas y Guamar. La misma fórmula, la de la alianza, emplean otras candidatas, como Puentes y Calzadas, Rover y Geotúnel o la que encabeza Sacyr junto a Cavosa y Sando.

De acuerdo a la experiencia de los dos tramos previos, se espera que la decisión de ADIF no se extienda demasiado en el tiempo. Tanto desde la administradora como desde el Ministerio de Transportes se ha insistido en los últimos meses en iniciar los trabajos cuanto antes para que la infraestructura, una de las más esperadas en la provincia, pueda culminarse pronto.

La variante de Loja es una infraestructura que evitará que los trenes circulen por el interior del municipio del poniente como hasta ahora. Rodeando el núcleo urbano por la zona más cercana a la A-92, el enlace permitirá que los convoyes atraviesen este punto sin tener que bajar de los 200 km/h, lo que se espera que tenga un impacto directo en las frecuencias, que podrían reducirse en 15 minutos.

Solo uno de los cuatro tramos en que se divide el proyecto está terminado. Se trata del viaducto que supera la linea convencional en las cercanías de Riofrío. Otros dos tramos, los denominados precisamente Riofrío por situarse junto al núcleo urbano y A92 por pasar junto a la autovía, están actualmente en ejecución. El avance es mayor en el primero de los dos enlaces, que presenta una menor dificultad técnica y fue adjudicado antes.

El único sin empezar es el conocido como Valle del Genil, que es al que aspiran precisamente las 9 empresas. Se trata de un tramo de 7,9 kilómetros que empalma un punto ubicado entre Loja y Salar con la línea ahora en servicio en Huétor Tájar. Este trozo cuenta con hitos relevantes, como el viaducto del Salar, que tendrá unos 693 metros, o el túnel del Cerro Limones, con 1.295 metros. También contendrá un viaducto de 794 metros que sorteará el río Genil.