La nueva vida de Meyers, el mono rescatado en Granada en condiciones lamentables

Los animales, un macho y una hembra de unos 20 años de edad, a los que llamaron Meyers y Lori, estaban en el patio interior de una vivienda, encerrados en jaulas independientes de 150 x 150 cm aproximadamente. Los dos presentaban «un deterioro avanzado y con salubridad lamentables», apuntan desde la organización animalista.

Fue la propia Guardia Civil la que informó de este suceso en verano. Detalló que las jaulas en las que vivieron durante años tenían abundante presencia de óxido, incluso en los cerramientos, que impedían su apertura, por lo que fue necesario el uso de cizallas. Solo uno de los habitáculos disponía de una caseta para resguardarse y los animales vivían rodeados de sus heces, orines y antiguos restos de comida, además de no tener acceso a agua en las jaulas.

Los efectivos del Equipo de Protección de la Naturaleza (EPRONA) de la Guardia Civil de la Comandancia de Granada procedieron a confiscar los dos animales con el apoyo del veterinario de AAP para su evaluación, sedación y traslado al centro de rescate de la fundación en España.

Los primates fueron bautizados como Lori y Meyers, nombres de lo más granadinos. Tras el análisis de ambos se comprobó que el estado de salud de los dos macacos era extremadamente delicado, tanto que Lori no pudo sobrevivir y a las pocas semanas de ser liberado murió. Sin embargo, Meyers se ha recuperado en cuarentena y ahora ya tiene compañía.

Ambos habían pasado una vida solitaria, a pesar de estar pegados durante 20 años en condiciones miserables. La intención de la organización animalista era que los dos pudieran pasar el resto de sus vidas juntos, pero Lori «no pudo soportar su terrible pasado y falleció a las pocas semanas de llegar a AAP», explican desde la misma.

Ya en la primera evaluación, en el propio lugar del cautiverio, se pudo constatar el grave estado de salud de ambos animales y una ausencia total de cuidados veterinarios durante años. «No podemos saber cuánto tiempo llevan viviendo en estas condiciones, pero sí ver los estragos que la cautividad y dejadez han causado en estos dos animales. Sin olvidar que un primate nunca debería ser mantenido como animal de compañía», asegura Roberto, veterinario que acudió al rescate.

«Los animales se encontraban en unas condiciones de salubridad y salud muy deficientes, en jaulas totalmente oxidadas y vacías, sin ningún tipo de enriquecimiento ni acceso a agua. Ambos animales presentaban delgadez y debilidad extrema, una marcada atrofia muscular y problemas de movilidad debido a la alimentación deficitaria y largo encierro en las pequeñas jaulas sin posibilidad de moverse correctamente«, describía el facultativo.

Sumaban defectos de salud como caries, roturas y falta de dientes, además de una lesión mandibular debido a procesos infecciosos antiguos sin tratar. También calvas en el pelaje, consecuencia posiblemente de enfermedades metabólicas igualmente sin controlar, y «signos de comportamiento estereotipado».

Tras la primera revisión veterinaria en el lugar de rescate, concluyeron que los dos macacos de Berbería se encontraban en muy mal estado de salud. Fueron trasladados al centro de rescate de AAP en España, situado en Alicante, donde debían pasar primero una cuarentena antes de comenzar un largo proceso de rehabilitación. Uno de ellos pereció por el camino.

A partir de entonces comenzó un proceso para facilitarle un nuevo espacio de convivencia junto a otro macaco, por lo que mientras pasaba su cuarentena ya se había trazado un plan de socialización para él. Meyers conoció primero a Loli. El primer encuentro entre ellos fue «muy satisfactorio» y «ahora son inseparables». Los dos comparten «muchos momentos juntos, acicalándose y se llevan muy bien», explican desde AAP. El siguiente paso es que Meyers y Loli afiancen la relación para poder incorporar a una nueva compañera, Alverta, al grupo.

Meyers ha mejorado mucho en estos últimos meses, hasta el punto de tolerar la convivencia con otros compañeros de su especie como Loli. Esta hembra fue rescatada también en España, en Ceuta, probablemente adquirida en Marruecos por un particular, ya que la especie es originaria de este país. Alverta, recuperada en Italia en una casa particular como animal de compañía en otro operativo policial, será la siguiente en formar parte de este proceso para devolverle una vida primate a los tres macacos.