Una nueva ruta descubre a las mujeres que llenaron de vida la Alhambra
La historiadora del arte Elena Díez reconstruye la historia alhambreña a través de figuras como la emperatriz del Palacio de Carlos V o la viajera que no solo pintaba abanicos
Laura Ubago
Miércoles, 25 de junio 2025, 00:34
Elena deconstruye y construye de nuevo. Historiadora del arte pero arquitecta de la memoria, después de treinta años con una idea fraguándose en su cabeza, ... se ha lanzado a exponer la visión femenina de lo que aconteció. El escenario es la Alhambra, contada mil y una veces, pero nunca desgranada dándole voz a las mujeres que la habitaron. Son micro y macro historias en las que las sultanas, las reinas, las damas o las esclavas toman la palabra.
Publicidad
Junto con un equipo de investigadores, la catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Granada, Elena Díez Jorge, ha elaborado el programa 'Alhambra en femenino: espacios y lugares'. Una cartografía que relaciona los escenarios alhambreños con las mujeres que los habitaron. «Ellas estuvieron aquí. Hicieron cosas. Pero no quiero hacer una historia parcial. Quiero recuperar la parte femenina de la historia para integrar la vida de hombres y mujeres», expresa esta profesora universitaria.
El itinerario se ha hecho ruta –ya se ha estrenado con gran éxito y ofrece más fechas– en una web en la que participan un grupo de especialistas (alhambra-patronato.es/alhambra-en-femenino) y en un libro de Elena Díez, que recoge estas historias femeninas. En este manual de la ciudad palatina se recoge la esencia de las que transgredieron, las que tuvieron papeles determinantes tanto en la época nazarí, como después de la conquista y en la etapa contemporánea.
«Quiero tirar del hilo de la memoria y contar esas historias olvidadas», expresa la catedrática, que matiza que algunas fueron obviadas y otras desfiguradas y entreveradas con las leyendas.
Romper con la invisibilidad
Cuenta Elena Díez que lo que ha pretendido es mostrar a las mujeres como sujetos activos, no pasivos. «Se las ha representado como la 'mujer de', pero ellas también pudieron ejercer como gobernantes. Además, no hay que pensar solo en sultanas o reinas: hubo criadas, esclavas, damas, pintoras, viajeras...», resalta Díez, que agradece al Patronato de la Alhambra la complicidad para poder sacar este proyecto adelante. El libro y las rutas de Elena Díez recuperan la diversidad, la actividad y los espacios. La visita al uso, por lo general, se detiene más en explicar por quién fue construida la Alhambra y siempre aparece el varón, pero en los itinerarios en femenino lo que hace esta investigadora es preguntarse dónde están las mujeres ahí, si tuvieron algún papel y cuál es. Narra Díez que la historiografía, lo que se ha contado, tiene un sesgo y «hay que deconstruirlo». «A mí me corresponde el plano científico pero después se puede trasladar a otros ámbitos, se le tiene que ofrecer al turismo para hacer una visita de calidad», dice.
Publicidad
Elena Díez rompe con la invisibilidad y realza la figura femenina que ha sido relegada. «Hablamos de sociedades patriarcales a lo largo de toda la historia, pero que sea así no quiere decir que las perpetuemos». Díez recoge las vivencias de las mujeres que transgredieron desde la Alhambra. Como Beatriz Galindo 'La Latina', o cómo Juana Hernández de Matute, quien fundó y sostuvo una casa para proteger a las viudas y darles una renta, o la viajera que dijo que ella no pintaba abanicos. Según la investigación de Díez, la imagen de las mujeres en la Alhambra no era la que plantearon los románticos. La experta en Historia del Arte asegura que hoy día hemos avanzado y que esto nos permite hacer preguntas más certeras, más válidas. «No hace falta encontrar cosas nuevas sino analizarlas de otra manera», apunta.
Elena hace visitas en femenino en las que recupera la parte de la historia omitida o convertida en leyenda
Elena cree en la Universidad como vehículo para cambiar las cosas. De ahí su investigación. Ese pararse a analizar los ajuares, las pinturas, para acabar con el mito de la sultana celosa o de las mujeres que solo nacían para morir de amor. El libro, la web y la ruta ofrecen la posibilidad de verlas más allá, de no imaginarlas solo «desnudas y ociosas» en un baño o en el harén, porque sí, ellos también estaban desnudos y se les representa con ropajes, aclara la profesora.
Publicidad
En la Alhambra había mujeres que se amoldaban a lo que se esperaba de ellas y otras que (se) reivindicaban. «No podemos quedarnos con el estereotipo de víctimas porque hay mucha diversidad», aporta.
Las mujeres están con nombres y apellidos. Desde Aixa, «a la que se tildó de intrigante y celosa cuando lo que hacía era defender su linaje», hasta la emperatriz Isabel de Portugal, para la que se pudo diseñar un ala con puerta propia en el Palacio de Carlos V. Todas estas protagonistas están recogidas en el itinerario de Díez que perfila los roles, las profesiones, que afina las personalidades para aproximarse a la realidad no contada.
El harén
También desmonta el mito más extendido. Cuenta la historiadora del arte que el harén existió y que ya estaba presente en periodos anteriores a Al-Ándalus, pero ella lo dibuja como una institución que cree que estaba en la Alhambra repartida en diversas casas. «No tenían que estar todas las mujeres juntas ni estaban ahí todo el día aburridas. Eso es irreal». El espacio considerado como el harén en la ciudad palatina no es más que un patio en alto, del que no está comprobado que tuviese ese uso. «Hay formas de contar la historia que han tenido mucha fuerza y hay que ir desmontándolas. Son leyendas que no se ajustan a la realidad. Las mujeres de carne y hueso han hecho historia», concluye.
Publicidad
Las visitas vuelven en septiembre. Este paseo en femenino de Díez por la Alhambra está dispuesto a sorprender y a recuperar las huellas borradas de las mujeres.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión