El narco más buscado de Bélgica se escondía en una mansión de Almuñécar por la que pagaba cinco mil euros al mes
Está acusado de liderar una organización que metió 2,8 toneladas de cocaína por Amberes (Bélgica) y vivía rodeado de lujos
Jueves, 14 de enero 2021, 00:14
Yannick M. W. vivía de alquiler en una mansión de la calle Tablazos de La Herradura, en Almuñécar. Pagaba cinco mil euros de alquiler mensual ... por una casa con piscina y con unas espectaculares vistas al mar desde lo alto de la Punta de la Mona, más de cinco habitaciones, tres plantas de casa, cochera y mil metros de solar. Y además tenía una característica: la accesibilidad era complicada para fijar vigilancias policiales.
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Yannick es el narcotraficante más buscado de Bélgica, acusado de liderar una organización criminal desmantelada el pasado mes de octubre en Bélgica y Holanda dedicada a meter cocaína por el puerto belga de Amberes para distribuirla después por toda Europa. Hay 2,8 toneladas de cocaína detrás de su detención.
La Unidad de Fugitivos de la UCO de la Guardia Civil lo detuvo el pasado 23 de diciembre cuando salía de la villa de lujo que tenía alquilada en la calle Tablazos de La Herradura, en Almuñécar. Iba montado en un patinete eléctrico con unos airpods en los oídos de Louis Vuitton, valorados en mil euros y una tablet de más de cuatro mil euros. Los agentes esperaron que atravesara la calle y a menos de doscientos metros de su villa fue reducido por una decena de guardias civiles de la UCO. No llevaba armas de fuego y su documentación era la auténtica. Solo pidió a los agentes, en un fluido inglés, que su hija pequeña no lo viera esposado, algo que no ocurrió porque se lo llevaron directamente al puesto de la Guardia Civil de Almuñécar, desde donde lo trasladaron a Madrid para presentarlo en la Audiencia Nacional. En estos momentos está ingresado en una cárcel española en espera de ser extraditado a Bélgica, donde le piden quince años de prisión por narcotráfico.
Los agentes acudieron a la mansión de Punta La Mona a comunicarle a su mujer la detención.En esta vivienda había logrado reunir a sus padres, a sus suegros, a su hija y a la esposar para pasar las fiestas de Navidad. Y ese fue el el hilo del que tiraron los investigadores de la UCO para descubrir donde se escondía.
Los agentes lo buscaban desde el pasado mes de octubre cuando acudieron a Estepona (Málaga) a detenerlo.Allí disponía de dos villas de lujo alquiladas, una le costaba cada mes 8.000 euros y la compartía con su mujer, hija pequeña y padres. Aquel mes de octubre se escapó con su mujer después de recibir un chivatazo de la operación que permitió a la policía belga desmantelar la organización criminal que supuestamente lideraba Yannick. La hija pequeña se quedó a cargo de los abuelos en Estepona, mientras este fugitivo y su esposa huyeron.
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2,8 toneladas de cocaína
La investigación de la policía belga se inició a finales de 2019 con el decomiso de 2,8 toneladas de cocaína en un contenedor destinado a una empresa de Maasmechelen, en la frontera holandesa.
La droga incautada reveló una red muy estructurada que importaba la cocaína de Suramérica a través del puerto de Amberes (Bélgica), y que tuvo en este país del norte de Europa la complicidad de policías, directores de empresas y gerentes de sociedades de transporte. Un exgendarme y tres policías belgas están entre los treinta detenidos de esta organización criminal. Después de las 2,8 toneladas, decomisaron un carga de 650 kilos de cocaína, y los investigadores consideran que otras nueve cargas del mismo volumen fueron importadas por «al menos 325 millones de euros». Yannick está acusado de liderar todas estas operaciones de narcotráfico.
Sin él saberlo tuvo todos sus pasos controlados enEstepona donde solía frecuentar los restaurantes de más lujo de la Costa del Sol. Los agentes de laUCO sabían de sus estrechos lazos familiares y tras su desaparición en octubre sabían que tarde o temprano tendría que ver a su hija pequeña, así como a sus padres, encargados de cuidar a la pequeña. Los investigadores de la unidad de Fugitivos de la UCO observaron cómo el 22 de diciembre los abuelos de la pequeña comenzaban a meter maletas en un coche. Sólo bastó seguir el vehículo por la autovía del Mediterráneo y ver cómo el vehículo acabó su trayecto en la calle Tablazos de Punta de la Mona, en Almuñécar.
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Los investigadores supusieron que esa era la vivienda donde se escondía este belga de 33 años. La casa era muy similar a las ocupadas en Estepona, ubicada en una zona de difícil acceso, donde era casi imposible hacer vigilancias policiales sin ser descubierto, y de mucho lujo. Yannick no escatimó nunca en comprar relojes de oro, usar teléfonos satélite y disponer siempre de importantes sumas de dinero. Ahora duerme en prisión.
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