«En un momento de crisis personal todos podemos ser víctimas»

J. A. L, subinspector de Información de Granada, explica las formas de captación y evolución de las sectas

Sábado, 2 de agosto 2025, 22:54

No existe un perfil único para ser víctima de una secta. «En un momento de crisis personal, todos somos candidatos. Las sectas no son cosas ... del pasado, ni son solo religiosas, ni sus líderes son atractivos o gurús. Lo mas importante es que el adepto ni es una persona tonta, débil o está loca», resume el subinspector de Información de la Policía Nacional, que forma parte de la brigada nacional antisectas.

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El experto señala que aún así existen factores de riesgo comunes y determinantes: personas que atraviesan por momentos de búsqueda existencial, baja autoestima, idealismo, alta necesidad de pertenencia, con tendencias a la sumisión o simplemente personas desesperadas o enfermas que buscan terapias alternativas.

De acuerdo con el subinspector, el estudio y la especialización en el ámbito de las secta «de inmediato» revela que se han adaptado a las nuevas realidades sociales y tecnológicas. «La esencia que implica la manipulación y el control persiste, pero evolucionada. Actualmente el primer paso en la búsqueda de respuestas suele ser la red y ésta herramienta abre un mundo que acerca y permite al manipulador llegar a un público mas amplio y diverso, incluyendo a jóvenes vulnerables», comenta.

Pasos para ser adepto

Pese a los diferentes objetivos entre los individuos o grupos sectarios, las técnicas de persuasión para la captación y sometimiento no suelen variar. «La conversión se suele iniciar tras la invitación, curiosidad o búsqueda de respuestas. Esa atracción y la presentación positiva de la parafernalia irá proporcionando y generando afectos motivacionales que gestarán expectativas», explica. «Ese afecto originado de nueva emoción y el interés sobre la nuev a ilusión, incitaran al adepto a iniciarse como afortunado y elegido», añade.

En esta nueva etapa de conversión, el adepto comienza a asumir responsabilidades y compromisos, pero aún se encuentra con capacidad suficiente para dilucidar repercusiones. En ese delicado entorno, su madurez mental, ambiente y aislamiento, decantarán la balanza, de acuerdo con la Policía Nacional.

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Una vez sometido a la dependencia del grupo y conforme se reduce la autonomía personal y su vinculación con el entorno familiar y social, el comportamiento sectario destructivo le irá adoctrinando en un «sistema de creencias absoluto y maniqueo» en el que se impondrá una autoridad única y extraordinaria.

Es en este punto cuando las técnicas de control ambiental, emocional, cognitivo y de inducción de estados disociativos de la conciencia han ganado la batalla, esa imperceptible, sutil y progresiva persuasión coercitiva ha logrado la absoluta anulación o limitación grave de la voluntad.

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Para la Policía el principal handicap a la hora de intervenir los grupos es el inconveniente es el acceso a la víctima. Su mayoría de edad, su movilidad geográfica, su aislamiento del entorno social y familiar y su adoctrinamiento intenso le lleva a la negación absoluta de su sectarismo y su dependencia.

Cuatro grandes tipos de sectas

La garantía de supervisión y seguimiento en todo momento por personal especializado, logrará que la víctima pueda colaborar y culminar con éxito la investigación iniciada.

A nivel policial, actualmente los agentes distinguen cuatro grandes grupos sectarios: religiosas, relacionados con la santería, de crecimiento personal y terapias alternativas.

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