Miles de personas arropan a las Fuerzas Armadas en un día histórico para Granada

La sombra también se cotizaba cara. A pesar de que los pronósticos apuntaban a una elevada posibilidad de precipitaciones, el sol arreó con fuerza a lo largo de toda la mañana. Los paraguas se abrieron, pero para protegerse del lorenzo. También imprescindibles los gorros y los abanicos. Los termómetros urbanos marcaban más de treinta grados a las doce del mediodía, cuando estaba programada la llegada de Felipe VI que, ataviado con el traje blanco de almirante general de la Armada, arribó puntual para pasar revista a las tropas.

La reina Letizia, detrás, sorprendió a la parroquia con un look del sevillano José Hidalgo. Un diseñador que no es de sus habituales, pero en el que sí ha confiado en otras ocasiones. Doña Letizia lució una falda acampanada con bolsillos delanteros en un tejido flocado con un suave estampado floral en corales, amarillos, malvas y rosas que combinó con una sencilla blusa blanca. Don Felipe y Doña Letizia pasaron la noche del viernes en Granada y cenaron en el restaurante Las Tinajas. Tomaron alcachofas de la Vega y quisquillas de Motril.

Esperando a sus majestades en la tribuna real se encontraban los ministros Grande-Marlaska (Interior) y Margarita Robles (Defensa), la directora de la Guardia Civil, Mercedes González, y el delegado del Gobierno en Andalucía, el bastetano Pedro Fernández. También se hallaban el máximo responsable de la Junta, Juanma Moreno, el presidente del Parlamento de Andalucía, Jesús Aguirre, y el alcalde de Granada en funciones, Francisco Cuenca –en un graderío aledaño estaba la próxima regidora Marifrán Carazo–. Muchas banderas de España engalanando los balcones y también algunas republicanas y del Granada Club de Fútbol.

La ceremonia, que conmemoraba el treinta y cinco aniversario de la presencia femenina en el Ejército, empezó de forma espectacular. Desde un T-12B que volaba sobre la vertical saltaron los cabos Óscar García y María del Carmen Gómez, ambos pertenecientes a la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire. El primero hizo las veces de guía, mientras que la segunda tuvo el honor de portar una bandera de España de cincuenta y cuatro metros y quince kilogramos de peso. Era la primera vez que una mujer asumía esta responsabilidad en el Día de las Fuerzas Armadas. El aterrizaje en la calle Severo Ochoa fue sencillamente increíble. Exactitud milimétrica.

A continuación se vivió uno de los momentos más emotivos. Tras el izado de la enseña, se llevó a cabo un homenaje a los caídos en acto de servicio el último año. Las tropas entonaron 'La muerte no es un final'. La pieza también fue coreada por los miles de granadinos que seguían el acontecimiento en la plaza Einstein, epicentro del Día de las Fuerzas Armadas celebrado este sábado en Granada. Don Felipe colocó una corona de laurel junto a una placa en la que se podía leer: «Honor y gloria a los que dieron su vida por España».

De inmediato, coincidiendo con el final del toque de oración, una pasada de la Patrulla Águila, cuyos motores dibujaban en el cielo azul de Granada los colores rojigualda, pusieron el punto y seguido. En ese momento, comenzó la parada aérea, en la que tomaron parte un total de cincuenta y nueve aviones y veintisiete helicópteros procedentes de bases aéreas como la de Albacete, Zaragoza o Armilla, cuyos colibrís fueron ovacionados por los asistentes.

Impresionantes los Eurofighter, los F-18 y también los Harrier preparados para el despegue vertical. También llamó mucho la atención la maniobra de reabastecimiento en vuelo por parte de tres aeronaves de las Alas 31-15 y 14. Tampoco faltaron los 'acorazados del aire', los A-330 y A-400 que se utilizan para transportes operacionales, los medios de vigilancia y rescate marítimo y las avionetas de lucha contra incendios, cuyo concurso fue básico para extinguir los fuegos más devastadores del pasado verano.

Lo siguiente fue el desfile motorizado, donde el público pudo ver trece acorazados mecánicos –estruendoso el sonido de las cadenas rozando con el asfalto–, ciento tres vehículos de todo tipo y treinta y seis motocicletas. Los carros de combate fueron aportados por el Regimiento de Infantería la Reina, el Regimiento Acorazado Córdoba, el Grupo de Artillería de Campaña y los batallones de zapadores y del cuartel general. Se desplazaron hasta Granada unidades de los tres ejércitos, Tierra, Mar y Aire. Destacada presencia de la Guardia Civil y de la Unidad Militar de Emergencias, que llevaba dos embarcaciones, un quitanieves y dos embarcaciones, entre otro equipamiento.

Por último, la sección de a pie distribuida en seis agrupaciones encabezadas por otros tantos tenientes coroneles. Fue uno de los momentos más vistosos. Especialmente cuando se detuvo la música para no interferir en los ciento sesenta pasos por minuto que daban los legionarios, que para esta ocasión llevaban como mascota a la cabra enana Julio César.

A las 13.20 hora se dio por finalizado el alarde. Ningún incidente en un 3 de junio que pasará a la Historia como el Día de las Fuerzas Armadas en Granada. Don Felipe y Doña Letizia se despidieron de los presentes y pusieron rumbo al auditorio Manuel de Falla, donde tuvo lugar un cóctel.