Mery de Sagasta: la perra más bella del mundo es granadina

Mery de Sagasta (apellido que reciben por parte del criador de origen) es una hembra de pastor alemán de pelo largo, criada en el municipio granadino, en una familia amante de los animales. César y Penélope tienen dos hijos de 12 y 8 años, pero en su familia hay tres miembros más: Mery, Avatar y Barquirie, tres pastores alemanes con Pedigree que ya han participado en distintas competiciones y han dado más de una alegría a sus propietarios.

Mía (como la llaman en la familia) es una perra cariñosa, juguetona y obediente, que protege a sus seres queridos y que, además, ha sido merecedora de este importante reconocimiento, que la distingue como el mejor ejemplar en su categoría, en la que participaron nada menos que cien perros procedentes de distintos rincones del mundo.

El caso de Mery, además, es especial. Su padre, Remo Vom Fichtenschlag, ha sido dos veces campeón del mundo. Esta perra lleva la competición en la sangre y a sus tres años de edad ya ha conseguido proclamarse Campeona de España dos años consecutivos, al igual que su compañero, Avatar de Castilléjar, que logró serlo en 2017.

El pedigree de esta joven perra le ha llevado de la mano hasta el pódium mundial, pero también se ha valorado su pelo, sus ojos, su elegante forma de moverse, su galopeo, el aspecto de su grupa y la obediencia de la que dio muestra durante la exhibición, que fue decisiva para que el jurado diese por vencedora a esta perra granadina.

Su criador y cuidador, César Vaquero, vivió muchos años en Alemania, donde empezó a interesarse por esta raza. Pero fue en su regreso a Cúllar Vega cuando se inició en la competición, un mundo en el que, según confiesa, «ha tenido» mucha suerte. Todo empezó cuando César y Penélope se hicieron socios de la Real Club Español del Pastor Alemán (CEPPA) y buscaron un adiestrador para uno de sus canes. La elegancia y la belleza de sus peludos cautivaron desde el primer momento a su «maestro», que les aconsejó que probaran suerte en competiciones.

Así se inició la andadura de César y de sus perros, que entrenan dos veces por semana y se alimentan de una forma específica y estricta, como si de auténticos atletas se tratara. Mery, Avatar y Barquirie llevan aprendiendo desde bien cachorros habilidades y conceptos sobre obediencia, rastreo y defensa, aspectos que el jurado tiene en cuenta, además de la belleza de cada ejemplar. Pero, por encima de todo, son miembros de la familia, según aseguran César y Penélope, cuyos hijos están encantados con la afición de sus padres.

«Cuando los perros tienen alguna camada, mi casa se convierte en un espectáculo. Todos los amigos de mis hijos vienen a ver los cachorros y mis pequeños los enseñan orgullosos», relata César mientras juega con Mery y Avatar en su casa de campo de Cúllar Vega. Al fin y al cabo, se trata de «inculcar a los niños el amor y el por los animales» y, para ello, existe una división infantil en CEPPA, donde les inician para que sean ellos mismos quienes lleven a sus perros a las competiciones.

Actualmente, César Vaquero es criador particular y ha encontrado en esta afición una forma de vida, hasta el punto de haber formado una gran «familia de amigos amantes de los pastores alemanes» en Granada y alrededores, donde asegura que existe mucha afición.

Ahora, tras la competición, los criadores quieren que Mery tenga su primera camada y que el próximo año compita en otra categoría superior. Mientras tanto, ya se encuentran entrenando a Barquirie, la joven promesa de la familia que ya sigue los pasos de su hermana.