Pilar Aranda, junto a uno de los letreros de biblioteca en el PTS. JORGE PASTOR

Verano con otras gafas

Pilar Aranda | Ex rectora y comisaria de Granada 2031

«Mi marido dice que soy patológicamente sociable»

Aranda, que se confiesa disfrutona, recuerda con añoranza aquellos veranos de chanclas y cañaverales en Torrenueva: «Siempre estábamos en la calle». Mañana recibirá el Premio Sirenita en Motril

Jorge Pastor

Granada

Miércoles, 27 de agosto 2025

Pilar Aranda es una personalidad, un personaje y sobre todo una buena persona. Una personalidad porque ha sido la primera mujer rectora en los quinientos ... años de historia de la Universidad de Granada y porque hoy día es uno de los tres comisarios de la candidatura de Granada a la Capitalidad Cultural. Personaje porque, como bien dice su compañero de viaje, Enrique Moratalla, es «patológicamente sociable». Y buena persona por su compromiso con una sociedad más justa y más igualitaria, lo que ha valido, entre otros reconocimientos, el Premio Sirenita que recibirá mañana en Motril.

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Catedrática de Fisiología en la Facultad de Farmacia, donde imparte la docencia, Pilar vive el verano cerca del mar y de los suyos. Siempre lleva a mano sus gafas de sol.

–¿Cómo recuerda las vacaciones de antaño?

–Las pasábamos en Torrenueva, donde mis padres compraron en 1965 uno de los primeros apartamentos que se construyeron cerca del peñón. Acabábamos el cole y nos íbamos dos meses y medio. Para mí el verano eran chanclas, playa, cañaverales, excursiones por el monte... estábamos siempre en la calle.

–Qué hermosos son los atardeceres en Torrenueva.

–Son insuperables. Esos atardeceres con las tonalidades del mar son increíbles.

–Su cara dibuja una sonrisa cuando rememora aquellos años...

–Tengo unos bellísimos recuerdos. Hicimos una pandilla muy grande de grandes amigos. José Miguel Suárez, Ángel Gijón, Maribel Torres, Encarna Palomo...

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Aranda ha vuelto a las aulas tras su paso por el rectorado. JORGE PASTOR

–¿Regresa?

–La última vez que veraneé allí fue hace 39 años. Mis padres vendieron el apartamento para hacerse una casa en La Zubia, aunque luego he vuelto con mis hermanos. Le tengo mucho cariño.

–¿Cuál era la banda sonora de sus veranos?

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–El mar. El sonido de los 'ponientazos' y las olas rompiendo en el peñón.

–¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?

–No, cada tiempo tiene lo suyo. La memoria es selectiva y nos acordamos de los buenos momentos. Con los malos ponemos distancia. Intento disfrutar de la vida con todo lo que tenemos alrededor, aunque el momento actual es muy difícil.

–Se le ve disfrutona.

–Sí. Mi marido dice que soy patológicamente sociable –se parte de risa–. Creo que es verdad.

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–¿Qué es lo que más le hace disfrutar?

–Estar con los amigos y los compañeros. Con los estudiantes también he disfrutado mucho este año porque ha sido un reencuentro con el grado después de mi paso por el rectorado. También leyendo, escuchando música y andando.

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–¿Por dónde camina?

–Por la Vega. También me encanta subir a la Alhambra y la Silla del Moro. Voy caminando desde mi casa en la calle Marín Ocete hasta la Facultad de Farmacia, en el Campus de Cartuja. Me da tiempo para pensar, organizar y también para hablar por teléfono (risas).

–Después de todos esos años en el rectorado ¿cómo ha sido el reencuentro con los alumnos?

–He notado algunas diferencias. No son peores. Tienen algunas carencias, pero también otras virtudes y cualidades que antes no se exploraban. Lo que llaman 'capacidades blandas'. También los veo solidarios y compañeros, pero a veces me da la impresión de que no quieren implicarse en la participación. Y mira que es una generación que socializa mucho, pero a través del móvil. Tienen que comunicarse más entre ellos.

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–En otra entrevista le pregunté a Juan Vida sobre si los artistas deben implicarse ideológicamente. ¿Qué piensa usted de los jóvenes?

–Que también. Todos tenemos una ideología y unos valores. Para mí son básicas la dignidad y la justicia, la igualdad real. Hay distintas visiones de la vida. No son ni mejores ni peores, pero le confieso que el resurgir de la ultraderecha me puede.

–Lo que está claro en su discurso es el compromiso con la igualdad entre mujeres y hombres...

–Totalmente. Soy militante activa por la igualdad. La sociedad tiene que avanzar por ese camino.

–¿Cuáles fueron las decisiones más complicadas que tomó en el rectorado?

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–Cuando el encierro por los servicios multigénero, cuando nos confinaron y tomaron luego decisiones unilaterales o cuando el fallecimiento de algún estudiante como el de Trebujena, que se ahogó en la Amazonía.

En el PTS. JORGE PASTOR

–¿Y los momentos que se lleva en el corazón?

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–El acto de desagravio a las víctimas de la Guerra y la postguerra. También cuando logramos el cambio de calendario, cuando eliminamos la lista de espera tras la crisis o cuando el honoris causa a Miguel Ríos porque era abrir la universidad a la sociedad.

–¿Lee todo el año o solo en verano?

–Aprovecho mucho el verano. Lo último, 'Cuidar de ella' de Jean-Baptiste Andrea, y me quedan muy pocas páginas de 'Conversos' de David Jiménez-Blanco. Tengo en cartera 'La península de las casas vacías' de David Uclés.

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–¿Suele viajar en verano?

–Sí lo hago. El viaje más bonito fue el descenso por el Nilo, que es un río de paz que conduce al origen de civilizaciones. También recuerdo con cariño los viajes de camping por Europa con los niños.

–¿Cuál debe ser la experiencia de viajar a Granada?

–Debe ser positiva por el patrimonio, con hitos de todas las civilizaciones. Ciudades como Granada hablan de cultura, respeto e inclusión, aunque es cierto que hay una turistificación muy grande por el centro. Después está toda la hostelería asociada a la dieta mediterránea y vivir en la calle.

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–Usted es comisaria de la Capitalidad. ¿Tenemos opciones?

–Claro que sí. Lo primero es estar convencidos de que vamos a ganar porque eso nos da un impulso grande. Pero hay que ser conscientes de que no nos lo van a dar ni por nuestro rico patrimonio ni por nuestra excelente universidad y centros de investigación. Hay que tener un proyecto transformador de descentralización de la cultura, para llevarla a todos los barrios y municipios de la provincia. La cultura es todo lo que nos ayuda a ser mejores.

–¿Se están haciendo bien las cosas?

–Estamos trabajando en un documento importante a partir de los 1.200 folios de propuestas recogidos por la plataforma gracias a Esteban Romero. Víctor Medina ha hecho una tarea de coordinación muy buena junto a la labor del equipo del Ayuntamiento, con Juan Ramón Ferreira y Juan García Montero a la cabeza, y la implicación de la alcaldesa.

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–¿Cuál es su quiniela para el primer corte?

–La distribución territorial parece clave. Tendrá que ser una del norte; no sé si Burgos u Oviedo. Alguna del centro; ahí están Toledo y Cáceres. Alguna del sur; Granada es una apuesta más firme frente a Jerez. Y la insularidad, con Baleares y Las Palmas por la inmigración. Pero hay que tener en cuenta que el otro país que acogerá la Capitalidad en 2031, Malta, también es una isla.

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