Una madre de Granada se enfrenta a 14 años de cárcel por quemar su piso cuando su hija dormía dentro

El suceso ocurrió el mes de septiembre del año pasado en la capital y la Audiencia Provincial prevé celebrar el juicio el próximo mes de abril. Siempre según la versión de los hechos elaborada por el ministerio público a partir de las pesquisas policiales, la encausada encendió seis fuegos en cuatro lugares distintos del apartamento, una maniobra que puso en peligro de muerte a la chiquilla y también al resto de los vecinos del bloque. «Los focos incendiarios fueron distribuidos –relata el escrito provisional de acusación de la fiscalía– por la» 'investigada' «por toda la vivienda de modo que la menor quedó sin salida y con grave riesgo para su vida».

De hecho, la niña fue puesta a salvo por patrulleros de la Policía Nacional que habían acudido al lugar del siniestro para colaborar con el resto de los servicios de emergencia. «La menor tuvo que ser extraída de la vivienda por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía».

El fiscal también hace hincapié en que el incendio supuso una amenaza potencialmente letal para las otras personas que residían en el edificio al que pertenecía el piso que ardió. «Asimismo, concurrió un grave peligro de propagación (del fuego) con riesgo para la vida e integridad del resto de vecinos que ocupaban la finca», señala el ministerio público.

El inmueble en cuestión constaba de 57 apartamentos distribuidos en siete plantas.

Así las cosas, la fiscalía imputa a la mujer la presunta comisión de un delito de incendio con peligro para la vida y pide que sea condenada a 14 años de cárcel.

La acusación es todavía provisional, es decir, que puede experimentar modificaciones, dependiendo de lo que ocurra durante el juicio. En este sentido, el documento del ministerio público indica que no existen «circunstancias modificativas de la responsabilidad», esto es, algún padecimiento que pudiera haber perturbado la capacidad de raciocinio de la mujer.

Sea como fuere, el suceso no se limitó al incendio. Tuvo un prólogo y un desenlace que causaron una enorme agitación en el Zaidín, que fue donde ocurrió.

Todo empezó cuando la procesada se sentó en el aparato externo del aire acondicionado que tenía instalado en la terraza. Los vecinos, que temían que la encausada quisiera arrojarse al vacío, colocaron colchones en el pavimento para tratar de aminorar los daños si finalmente decía saltar.

Instantes después, comenzaba a salir humo de la vivienda y se escucharon gritos infantiles. La Policía Nacional ya había llegado al lugar de los hechos y rescató a la hija de la presunta pirómana.

La mujer se precipitó entonces desde el balcón, pero su cuerpo chocó contra los tendederos, lo que frenó la caída y parece que ayudó a que el cuerpo impactase contra los colchones que habían dispuesto los vecinos. La acusada no sufrió lesiones graves. El próximo mes de abril, tendrán que sentarse en el banquillo de la Audiencia.