De Maastricht a Nueva York para quedarse en Granada
El museo de Bellas Artes custodiará la talla hasta que la autoridad eclesiástica decida qué hacer con ella
Santa Margarita de Cortona se queda por ahora en Granada. La talla del Realejo permanecerá bajo custodia en el museo de Bellas Artes de la ... ciudad hasta que la Justicia dictamine qué sera de ella y si regresa a manos de la congregación religiosa.
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De Maastricht o Nueva York para quedarse en Granada, aunque no sea en su barrio del Realejo. La escultura atribuida a José de Mora estuvo a punto de viajar a Países Bajos y a Estados Unidos para ser subastada en ferias de arte donde estas obras sacras, estas reliquias, se pagan por un valor mucho más alto que en España. El comerciante de arte que compró la santa por valor de 90.000 euros, incluyendo en el precio un BMW de segunda mano, sin saber que era robada tenía la idea de exportarla.
Para esta actividad había conseguido permiso de exportación del Ministerio de Cultura, ya que Santa Margarita no contaba como sustraída la imagen y antes de intentar venderla en Nueva York se ofreció en la feria de Maastricht por valor de 350.000 euros. El comerciante se enteró a través de la prensa de que la santa era robada.
La escultura se estima que se produjo entre el año 1.700 y 1.720, pertenece a la corriente barroca granadina. No se puede determinar con exactitud que su autor sea el escultor bastetano José de Mora, pero está claro que si no es suya pertenece a su entorno o escuela. La Santa Margarita de Cortona de José de Mora mide en torno a 1,50 metros. Tiene una boca pequeña y unos labios finos. Los dientes están tallados. Se observa una gran riqueza de facetas en su rostro. José de Mora era un maestro en la utilización de telas encoladas y tenía una enorme capacidad técnica para adelgazar la madera. La policromía también es fantástica y resalta su volumetría.
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Consta en el catálogo del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico desde los 80, aunque como Santa Rosa de Viterbo. Esta pieza no puede ser transmisible al formar parte del inventario de la Iglesia Católica se incluyen automáticamente en el patrimonio histórico andaluz y español. Además, estos bienes no se pueden vender si no es entre las propias instituciones de la Iglesia.
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