El otoño de Loja comienza en el siglo XV

Desde el banquete real al mercado medieval, pasando por el desfile de tropas y las diversas escenificaciones de momentos como el entierro de Aliatar, las lizas, el desfile de antorchas o la arenga a las tropas, 'Loja Dos Reinos' lleva tras de sí meses de trabajo y muchas ganas de sacar adelante un proyecto que trata la historia con el máximo respeto y defendiendo la interculturalidad. Bajo la atenta mirada del presidente de la asociación, Antonio Ruiz, todos viven estas 72 horas con máximo realismo, metidos en la piel de personajes como Isabel I, Fernando de Aragón, Boabdil, Moraima, Aixa, Aliatar, Gonzalo Fernández de Córdoba 'el Gran Capitán' o Fray Hernando de Talavera. Todos son voluntarios -como la familia Astorga Cañadas- y tienen sus trabajos o sus estudios, como el joven Fran Rosúa o David Comino. que lleva varias ediciones siendo el confesor de la reina, Fray Hernando. Ellos, junto a la mayoría de socios, han visto cómo el colectivo ha ido evolucionando en tan sólo seis años. Y seis ediciones de este reencuentro con el siglo XV, con la tercera y última batalla de Loja, la de 1486.

Porque, como siempre han destacado desde la asociación, 'Loja Dos Reinos, Dos Culturas' es según su propio nombre un «reencuentro» entre la Loja del siglo XXI y la Madinat Lawsa del siglo XV. Un abrazo entre las costumbres y formas de vida nazarí y cristiana de una ciudad clave en la historia de Granada y España. Por eso, lo más destacado de este evento, y el colectivo que lo sustenta, es la escenificación de momentos y situaciones de aquella etapa histórica. En la calle, rodeados de público, sin focos, tablas o tramoya.

Y las actividades de este fin de semana, con demostraciones de talleres artesanales de la época como el hilado, han permitido esa 'mirada al pasado'. El evento recreacionista ha ofrecido teatralizaciones en espacios tan singulares como la Alcazaba, donde, como otros años, se ha instalado el campamento militar para ser escenario de la batalla final entre cristianos y nazaríes, un momento que no se han querido perder cientos de lojeños.

Antes se ha podido pasear por un mercado medieval con cuarenta puestos artesanales y decoración con banderolas y estandartes de las tropas de ambos bandos. Además, los establecimientos del casco antiguo han ofrecido estos días tapas inspiradas en la gastronomía de la época y el Banquete Real, que inició el evento el viernes, animó a algunos vecinos a ataviarse como lo hubieran hecho en el siglo XV, acompañando a los reyes cristianos y nazaríes en una cena muy «diplomática», que, como siempre, contó con la colaboración de recreacionistas profesionales de los 'Battle Honours'.

Madinat Lawsa es mucho más que una cultura. Lo demuestra esta recreación para recibir otoño. Y recordar la historia durante un fin de semana, además de divertido, puede resultar necesario.