El coro Ajoblanco llena de voz y música el pregón de las fiestas de Loja, que arrancan con fuerza

«Hemos pretendido que sea diferente», me contaba Irene Velasco, unas de las actuales componentes, diez en total, con muchas vinculaciones familiares. Ahí están Eva y Mari Trini Delgado, que son hermanas, o Ana María y Mª Matilde Rosas, que, en este caso son primas; y algunos parentescos más que unen a Carlos Cuevas, Francisco Javier García, Antonio Manuel Cáceres, Juan Miguel Cerrillo y Mari Flor González.

Y es que el grupo comenzó hace tres décadas, cuando muchos, me contaba Irene, aún eran menores de edad. Han pasado por varias etapas y nombres, hasta que adoptaron el definitivo con el que quieren volver a arrancar tras el parón de la pandemia.

Por eso, y por el cariño a su pueblo, lo han echado todo en el pregón que anoche pronunciaban y que finalmente sí consiguieron que fuera distinto, y muy emotivo. Tres casetas de feria conformaban el escenario. La primera sorpresa es que fueron presentados por un buen número de peques, que no son herederos –«No cantamos», me decían–, pero sí fervientes fans del grupo, en el que están sus padres. Lo bordaron María, Flor, Rocío, Irene, Manolo, Paco y otra María y, aunque no habló –aún no tiene edad–, allí estaba Gonzalo.

Sorpresa también la presencia de antiguos componentes del coro –llegaron a ser treinta– que no dudaron en participar y cantar algunos de los temas en los que se homenajeó a la Volaera Flamenca, que ha cumplido sus bodas de oro; y homenaje también a José Antonio Molina –no pudo acudir– y a dos amigos que ya no están: Felipe y Carrasco. Hubo sevillanas para hablar de amistad, loas a la patrona de Loja, la Virgen de la Caridad, y hasta tuvieron tiempo de reivindicar un añorado recinto ferial que, como se cuenta en el programa de fiestas ya está, como se suele decir, cociéndose.

Una gran noche que compartí con el alcalde de la localidad, Joaquín Camacho, dispuesto a vivir con todas las ganas del mundo todo lo programado hasta el próximo miércoles. La espera de dos años aporta una nueva ilusión a unas fiestas que son un referente, gracias a un gran equipo en el que está, obviamente, la concejala de esta responsabilidad, Rocío Ortiz. También saludé a los responsables de Hacienda, José Barea; de Recursos Humanos, José Luis Sánchez; y de Mantenimiento, José Antonio Gallego.

Rocío dio la bienvenida ante una sala abarrotada, antes de que también el alcalde pronunciar unas palabras muy emotivas; porque, además, acaba de ser papá por primera vez. Un saludo para su mujer Paloma y para el bebé de un mes y medio, de nombre Joaquín. Y otro para Auxi Márquez, que ayer celebraba que cinco años atrás había tenido también la oportunidad de ser pregonera.

Hoy se inaugura la portada del recinto ferial, el que abriga –como en toda la localidad– toda una serie de propuestas, a cual mejor. El día de ayer ya se iluminó con la puesta en escena de los componentes de Ajoblanco. A seguir disfrutando.