Mabel, madre de Luis, en el salón de su casa S. M

«Llamé a mi hijo y me dijo que ya volvía, fue lo último que supe de él antes de morir»

La madre de Luis, el menor fallecido en Huétor Tájar el domingo, se puso en contacto con él para saber dónde estaba

Miércoles, 5 de noviembre 2025, 00:40

La madre de Luis, el niño que murió este domingo tras ser atropellado en Huétor Tájar, aún habla en presente de su hijo. «Es un ... chico muy alegre, con notas excelentes», dice. Se le corta la voz, pero continúa el relato sin apenas detenerse. Dirige la mirada al altar que se ha improvisado en su comedor para honrar la memoria de Luis, de solo once años, porque es así como despiden a las personas fallecidas en su país de origen, Bolivia.

Publicidad

Las fotos del pequeño decoran las paredes de la vivienda y se congregan en una mesa al fondo, un lugar del que su madre no se separa desde hace dos días. Velas blancas encendidas junto a los marcos que mantienen en pie las imágenes hacen que el escenario sea más cálido. «Llamé a mi hijo y me dijo que ya volvía, fue lo último que supe de él antes de morir», lamenta Mabel. Repasa con la mirada cada una de las fotografías. Luis cuando apenas tenía dos años vestido de blanco. El pequeño sonriente un poco más mayor y otra imagen más reciente.

Su madre asegura que el niño se adaptó bien a la vida en España y la escuela cuando llegó de Bolivia hace un año. Pero cuenta que desde hace un mes estaba obsesionado con el peso. «Empezó a dejar de comer y mirar las calorías de los alimentos. Se obsesionó, hacía ejercicio continuamente», afirma.

«Empezó a cambiar y a decir que no quería comer»

Dice que eso hizo que el niño saliese a correr a menudo o a pasear junto a su perro por algunos parques del pueblo. «Hacía abdominales mientras veíamos la televisión. Yo le decía que parase, que estábamos en familia, pero él seguía», esgrime.

Publicidad

Mabel explica que Luis contó a su hermana que le molestaban en el colegio por sobrepeso. Al parecer, el pequeño sufrió en un parque una agresión por un grupo de niños, entre los que se encontraba un compañero de clase. Su madre declara que fue algo «leve», pero que otro día llegó de la escuela con un chicle pegado en el pelo. «Él no se quejaba, quería que no lo molestasen más», expresa. La madre acudió entonces al centro educativo para hablar con el director para que se pusiera una solución a lo ocurrido. Desde la dirección del colegio indicaron a este periódico que no darán declaraciones sobre los hechos.

«Le contó a su hermana que lo molestaban en clase»

«Salió sin permiso»

Cuando la madre se levantó el domingo para organizar la casa, se percató de que Luis no estaba y se puso en contacto con él para saber por qué había ido tan pronto. «Salió sin permiso. La noche de antes nos dijo que iría a correr, pero no a esa hora», dice Mabel, al tiempo que asegura que su hijo apenas hacía nada fuera de casa hasta hace un mes, cuando empezó a practicar ejercicio. «Yo lo llevaba al parque, como mucho iba a alguna tienda cercana», expresa.

Publicidad

Al pasar el tiempo y ver que no llegaba, decidió salir de casa con su hija mayor para buscar a Luis. «Fuimos por todos los parques del pueblo. Lo llamaba y lo llamaba, pero ahí ya no me lo cogía. No me imaginaba que podría haber pasado algo así», cuenta. Después, le avisaron de lo sucedido e identificó a su hijo porque iba sin documentación.

«Llamé a la policía y me dijo que un niño había sufrido un accidente»

La familia no ha presentado denuncia por el momento. Tratan de asimilar lo sucedido y agradecen el cariño que han recibido de vecinos y alcalde.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad