«Nos están limitando dónde matricular a nuestros hijos, hay mucha resignación»

Este colegio de educación infantil y primaria ha necesitado hasta tres líneas de tres años otros cursos por la cantidad de niños que había. «Ahora, entre que ha bajado la natalidad y los colegios concertados ofrecen autocar, comedor, todo muy bonito, los padres no apuestan por la educación pública», argumenta Yasmina, madre de Alma, que pasa a tercero de Infantil, y tesorera del AMPA.

En esta línea, Alba, que es madre de Estrella, de la clase de Alma, insiste en que el cierre de esta línea «no tiene sentido». «Tenemos la infraestructura, los recursos humanos y un entorno privilegiado, al lado del río. Se están forzando las ratios y eso va a perjudicarnos a todos, a las maestras, a los niños y a las familias. Que una sola maestra tenga que ocuparse de tantos niños tan pequeños es una barbaridad», asevera. Además, podrían perder hasta dos profesoras, la que debería acabar el ciclo con Alma y Estrella y la de refuerzo.

Pero el cierre de líneas educativas no afecta solo a este centro. En este curso que ahora acaba, hasta 89 colegios de toda la provincia de Granada han perdido aulas. Es el saldo que queda entre las creadas y las suprimidas según los datos facilitados por el sindicato Ustea. Es el caso, por ejemplo, del CEIP Gómez Moreno, en Granada capital, conocido por su proyecto de comedor ecológico y ahora enfocado en conseguir sombras en el patio para hacer frente a las altas temperaturas.

En el curso 2024/2025, el Gómez Moreno ha contado con dos líneas menos, quedándose así solo con una en Primaria y una en Infantil. «Había niños suficientes como para que nos dejaran tres líneas, pero no hay previsión de que se amplíen el próximo curso», comenta la presidenta del AMPA, Alba Abdel-fatah. De hecho, los grupos de primero y segundo de Infantil incluso se han fusionado, es decir, los alumnos de tres y cuatro años están juntos en la misma clase.

No obstante, «venimos de una época de bonanza porque hemos ido recuperando líneas, pero Infantil siempre ha estado en la cuerda floja; en el centro hay muchas escuelas concertadas», relaciona esta mujer. Defiende que este colegio de Granada capital es «un espacio más sugerente cada día» y subraya que a nivel pedagógico, además, es «muy potente». «Se trabaja por proyectos, es transversal, interdisciplinario. Los alumnos participan en actividades como la radio, excursiones y hay mucha actividad con las familias. El AMPA está muy presente, consciente de las carencias, y trabaja por mejorar. Se crean lazos fuertes», explica.

Por el momento, las familias de aquí no se han movilizado, pero sí se están coordinando de cara a septiembre, cuando la delegación de Educación en Granada terminará de sumar y restar unidades. Lo que sí han hecho es una campaña de escolarización, además de jornadas de puertas abiertas, «aunque parece que eso es insuficiente para la administración».

La lucha contrareloj se vive también en el CEIP Al-Zawiya, en el municipio metropolitano de La Zubia. Allí, se han registrado 33 solicitudes para el curso que viene, pero la planificación de la Junta de Andalucía contempla una clase de 25 niños y repartir a los ocho restantes entre los otros dos centros, Isabel la Católica y Tierno Galván. «El año pasado tuvimos 20 niños y no tenía sentido protestar. Ahora, el curso que viene podríamos tener dos líneas los tres centros, pero no. Nos quedamos con una clase en primero de Infantil, una en segundo y dos en tercero», lamenta Elena Martínez, miembro del AMPA.

«Ahora mismo, hay mucha resignación entre las familias y el profesorado, mucho descontento», admite esta madre. Las familias piden «libertad» para elegir el centro educativo. «Nos están limitando dónde matricular a nuestros hijos».