Svitlana (iz) e Iryna, madre e hija ucranianas, IDEAL
Testimonio desde Ucrania

«Esperamos combates fuertes en los próximos días, la paranoia de Putin no va a parar»

Iryna, ucraniana residente en Granada, y su madre Svitlana, desde el país en guerra, relatan en primera persona cómo viven la situación bélica

Camilo Álvarez

Granada

Jueves, 24 de febrero 2022, 16:52

Iryna Misuno, ucraniana residente en Granada, se ha levantado de madrugada, a las cinco de la mañana, con un mensaje que decía. «Estamos en guerra ... . Nos están bombardeando». Lo relata con una voz entera pero preocupada mientras, al otro lado del teléfono, escucha su madre, Svitlana Kaliukh. Desde el raión (subdivisión administrativa) de Hoscha, en la región de Rivne, a unos 360 kilómetros de Kiev, la capital de Ucrania, cuenta que no tienen intención alguna de abandonar el país. «Confío en la fuerza militar ucraniana. Vamos a echar a los rusos».

Publicidad

Svitlana admite que existe preocupación entre la población, sobre todo porque «no sabemos qué hacer». El presidente del país, Volodímir Zelenski, comparece cada hora para tranquilizar a la población, cuenta. Lanza mensajes en ucraniano y en ruso, para que la población del país vecino también entienda su mensaje. El estado de guerra se ha declarado tras los bombardeos, aunque la situación bélica, concretamente en la región de Donbass, se mantiene desde hace años.

El Gobierno ucraniano ha pedido a la población que se quede en casa, pues «en principio no se esperan ataques contra la población civil, así que es donde más seguros estamos», reconoce Svitlana. El futuro inmediato se presenta muy complicado para la población ucraniana. «Esperamos combates fuertes en los próximos días. La paranoia de Putin no va a parar», señala esta ciudadana ucraniana desde el país atacado. Admite que sienten el «apoyo de otros países y esperamos sanciones severas», aunque va más allá y solicita que la aportación de los estados aliados no se limite a «apoyo psicológico» y que sumen un refuerzo «militar» para frenar el conflicto armado cuanto antes.

Si los bombardeos fueran a más, existen refugios situados estratégicamente a los que la población debe acudir. Estos, que no son de nueva creación sino que datan de finales de la Segunda Guerra Mundial, han servido de almacenes hasta que una nueva guerra ha rescatado su función original. La población no tiene acceso directo a las armas para defenderse, pero sí la posibilidad de presentarse en los puntos estratégicos del ejército ucraniano para combatir.

Las dos ciudadanas ucranianas rechazan hablar de una especie de guerra fría hasta este martes porque desde hace años «ha muerto gente en el conflicto de Donbass», apunta Iryna desde Granada. Ella no esconde que está «muy preocupada». La distancia con su familia (padre, madre y una abuela, además de una hermana en Bielorrusia) hace aún más difícil sobrellevar la situación. Abandonó su país natal hace seis años, coincidiendo con la invasión rusa de Crimea. Es guionista de videojuegos y periodista en la ciudad de la Alhambra, cuya adaptación es total y su español perfecto.

Publicidad

Odio y desconocimiento

Svitlana apunta que existe una parte de la población que siente «odio» hacia Rusia y lo que representa, pero no es algo tan generalizado. Entienden que el pueblo ruso no tiene culpa en este conflicto. Cuenta el caso particular de una amiga rusa al otro lado de la frontera: «Viven en una burbuja informativa». Insiste en que los rusos «no saben lo que está pasando».

Esta mujer ucraniana habla con entereza, aunque necesita pausas para seguir relatando una situación con la que ha se ha despertado de madrugada. La guerra es una realidad en su país y ahora abunda el desconcierto, el miedo, la inseguridad y la incertidumbre. Lo que pasará de aquí en adelante no lo sabe nadie. Svitlana mantiene un discurso optimista, amparado en su confianza en la nación que la vio nacer. Agradece el interés de que su testimonio se conozca «desde España», como en el resto del mundo, porque «es importante ser escuchados fuera de Ucrania».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad