Lecciones de un año de pandemia y de incertidumbre que se resumen en una lección de humildad

15 claves:

1 . Un elevado número de personas ancianas que han fallecido

2. Un alto porcentaje de sanitarios contagiados por falta de equipos de protección, en la fase inicial de la pandemia

3 . La desescalada precipitada tras la primera ola

4. El tropiezo en Navidades, por el intento de querer salvar la economía por encima de la salud

5 . La resistencia del sistema sanitario ante las sucesivas oleadas

6. El gran trabajo de los/as profesionales

7 . La fragilidad de las estructuras de salud pública a nivel central y autonómico.

8. La necesaria agencia de salud pública a crear como elemento imprescindible para conseguir el cambio necesario en red para una mejor gestión de la salud pública y que debería contar con una Escuela Andaluza de Salud Pública reforzada y no extinguida

9. La poca agilidad en la toma de decisiones con la falta de consenso en el Consejo Interterritorial de Salud

10 . La falta de un Ministerio de Sanidad con fuerza y músculo suficiente

11 . La necesaria mejora de la gestión de los datos.

12 . La imprescindible y necesaria mejora de la atención primaria

13. El necesario impulso que necesita la salud mental ante la situación presente y futura que vamos a tener

14 . El sentimiento de olvido y abandono que han tenido muchos/as pacientes crónicos que necesitamos recuperar

15 . La falta de unidad de acción entre comunidades y gobierno central, para trabajar juntos ante un problema común

5 aprendizajes

Hemos aprendido, creo yo, algunas cosas que son importantes para el futuro:

A . Que somos vulnerables y frágiles, y que seguimos estando indefensos ante algo tan aparentemente insignificante como un virus

B . Que la pandemia nos ha dejado el sentimiento de que necesitamos apoyarnos en otros y por tanto de ser capaces de movilizar la solidaridad para responder a una situación de indefensión

C. Que esta pandemia nos ha enseñado la vulnerabilidad de los sistemas sanitarios, incluso aquellos más desarrollados

D . Que cuando surge la pandemia el sistema sanitario estaba debilitado por la política de recortes que se había seguido desde la crisis económica del 2008

E. Que la respuesta de los profesionales sanitarios, valor esencial en la respuesta, ha permitido mitigar esos daños, pero a costa de una enorme carga física y sobre todo emocional

15 acciones

1. Actuar de forma drástica y temprana para contener la diseminación de una epidemia tan severa que se extiende a una velocidad inimaginable.

2. Anticipar la capacidad de decisión, con más instrumentos jurídicos de carácter vinculante, mejor preparación pandémica, mejores planes de contingencia y una mejor gobernanza internacional, europea y nacional.

3. Invertir más en recursos humanos, tecnológicos y organizativos dedicados a la prevención y la anticipación de emergencias sanitarias internacionales.

4. Hacer muchas más pruebas diagnósticas para diagnosticar tempranamente, fortaleciendo los rastreos (que tiene grandes beneficios) y los aislamientos.

5. Actuar ante la fragilidad de las personas mayores y la dramática letalidad en los de más de 75 años y sobre todo en las residencias de ancianos.

6. Intervenir ante la desatención generada en el ámbito no covid, por la elevada presión asistencial en covid-19.

7. Dar apoyos económicos para los sectores afectados y los colectivos más golpeados, ante los toques de queda amplios, los cierres y los confinamientos que han ayudado a bajar la incidencia y el número de fallecimientos.

8. Fomentar más aun la cooperación científica nacional (principalmente) e internacional que ha tenido ya de por si una rapidez nunca vista, que permitió la secuenciación del genoma del virus, desarrollar con prontitud pruebas diagnósticas sensibles y específicas y conseguir vacunas en tiempo récord.

9. Ahondar en los comportamientos (y no solo en las prohibiciones) en la lucha contra una pandemia de esta naturaleza.

10. Poner en práctica una comunicación efectiva con el reto en materia de educación para la salud, información y sensibilización de la ciudadanía.

11. Tener en cuenta las desigualdades existentes y la necesidad de llegar, con recursos, a los diferentes grupos y sobre todo a los más desfavorecidos.

12. Actuar ante el gran impacto psicosocial, en la prolongada duración de esta pandemia que ha afectado notablemente la salud mental de las personas y ha generado la fatiga pandémica.

13. Apoyar las decisiones de las autoridades en las recomendaciones de expertos y no ir los gobiernos a su aire, sin construir un diálogo y una cogobernanza, basado en un liderazgo empático y cercano.

14. Hacer las políticas públicas más diversas, más interdisciplinares, más inclusivas y más comunitarias.

15. Avanzar hacia una estrategia covid-cero.

Y todo ello se traduce en la necesidad de una lección de humildad, de entender que previamente nos faltaba dejar espacio a los demás. Es importante aprender de personas humildes, de esa gente que combina visión, pasión y exigencia con la humildad, personas que encarnan un modo diferente de hacer, más cercano, más auténtico. ¡Cuánta humildad nos ha faltado en esta pandemia!