El pueblo de Granada que en primavera se tiñe de rojo amapola

El proceso de floración de la amapola tiene lugar en dos fases a lo largo del año. Tanto a principio de abril como al iniciar el mes de septiembre tiene lugar la floración de la amapola en la que ven la luz los primeros pétalos de esta flor ya sea de color rojo, rosa, blanco, naranja o amarillo. Sus hojas crecen de forma alterna a lo largo del tallo y son alargadas y con bordes dentados. Cada flor puede tener entre cuatro y seis pétalos, que en su interior contienen infinidad de estambres que al polinizar lanzan cientos de miles de semillas que serán las que acabarán poblando zonas muy concretas.

Cerca de la ermita de Cozvíjar, consagrada a la Virgen de la Cabeza, abundan las amapolas. En otros senderos y fincas de este histórico y precioso pueblo, situado en la comarca del Valle de Lecrín, también existen mantos rojos de amapolas. La amapola es símbolo de belleza y fragilidad. Las amapolas en este tiempo primaveral 'pinta' de rojo la vega de Cozvíjar y otros muchos lugares. Este año se han dado las condiciones meteorológicas óptimas para la floración. Si los almendros y cerezos en flor destacan con su arte efímero en los primeros meses del año, en esta época del año son las amapolas las que decoran, por ejemplo, muchos lugares rurales de Cozvíjar.