Muere el abuelo de la comarca de la Alpujarra a los 102 años de edad

La familia de Manuel se mudó después a un cortijo de Cerro Negro (Órgiva). A corta edad Manuel comenzó a trabajar en el campo duramente. Estando trabajando se cayó de un olivo y tuvieron que llevarlo a Granada para que se curara. Cuando Manuel nació el Gobierno de España estaba liderado por Manuel García Prieto, el último gobierno constitucional del reinado de Alfonso XIII. En aquellos entonces en Roma, Pío XI fue elegido Papa, y, por ejemplo, en España el Premio Nobel, Santiago Ramón y Cajal se jubiló de sus funciones académicas y fue nombrado rector honorario de la Universidad de Madrid.

El entrañable abuelo de Órgiva poseía una memoria privilegiada. Se acordaba de fechas y experiencias sin titubear. A este centenario se le iluminaba la cara cuando hablaba de su familia y de sus muchas vivencias. Manuel no pudo ir a la escuela. Aprendió a leer, escribir y hacer cuentas siendo mayor, con un maestro que daba clases por la noche. En su morada había cabras, vacas, mulos, gallinas, conejos, marranos, palomas… El servicio militar de casi 3 años de duración lo realizó en Granada capital y en Jerez de la Frontera. A María Araceli Sánchez, su mujer, la conoció siendo muy joven porque residía cerca de su cortijo.

Manuel tenía más de 30 años cuando se casó. Tuvieron 2 hijos y solo le vive Loli. Adoraba a toda su familia. Cuando Manuel prosperó adquirió fincas y una casa en Órgiva. En 2012 Manuel enviudó. Desde entonces residía con su hija Loli en Sardañola (Barcelona). De vez en cuando pasaba unas temporadas en su casa de Órgiva. Loli, su hija, perdió a su marido a causa del coronavirus.

A Manuel Sánchez le encantaba el dulce. Comía de todo. Sus piernas les flaquean un poco. Todos los días salía a la calle con sus bastones a pasear y mover el cuerpo. Él derrochaba simpatía y vitalidad y compartía sus anécdotas y experiencias con todos los que le rodeaban. Hace unos años, el Ayuntamiento de Órgiva, presidido entonces por María Ángeles Blanco, lo homenajeó y le regaló un reloj de pulsera. También recibió otro homenaje del Ayuntamiento, presidido esta vez por el actual alcalde Raúl Orellana.

Manuel recordaba a IDEAL hace un año cuando era pequeño y no existía agua corriente en las casas. «Menudos tiempos eran aquellos. Las calles eran de tierra. Había que acudir a las fuentes a por agua. Los bailes en los cortijos estaban a la orden del día. Las ferias se atiborraban de animales y gente. Yo conocí cuando Órgiva solo tenía un vehículo que se dedicaba al transporte. Cuando yo era más grande iba a la playa con otra gente montado en la parte trasera de un 'camioncillo'. Cada casa se alumbraba tan solo con una bombilla que daba poca luz y que se alimentaba de una fabriquilla de electricidad que había a las afueras del pueblo. También se me viene a la memoria cuando iba a tomar café y a jugar al rentoy al establecimiento de Maldonado. Yo seguiré en este mundo mientras Dios quiera. Duermo bastante y muy tranquilo. Me hija Loli es un primor de mujer y me cuida mucho. Muchos amigos y los de mi quinta ya han muerto. Así es la vida. Nunca pensé que duraría tanto tiempo en este mundo», terminó diciendo el amigo Manuel Sánchez. Descanse en paz.