El guitarrista de 'Los Jóvenes', fundado en 1968, vuelve a escena con el grupo 'Casanova'
Lorenzo García, nacido en La Alpujarra, el 'hombre que tiene más vidas que un gato', churrero de profesión, tuvo que pedir prestado a un vecino de su pueblo de Yátor 8.000 pesetas de las de antes para poder comprar una guitarra eléctrica, porque su padre se negó a esa adquisición
El alpujarreño Lorenzo García Padilla, nacido en Yátor hace 74 años, ha vuelto a tocar la guitarra eléctrica y el laúd junto a sus actuales ... compañeros, el alemán Michael, residente en Montenegro, que toca el bajo, y Francisco, de Válor, que toca la guitarra. El grupo que ahora se llama 'Casanova' lleva tres años tocando. Hace poco tiempo perdió a uno de sus miembros, Antonio Pons, de Yátor, que se encargaba de tocar la batería con gran maestría.
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Lorenzo García recuerda cuando en 1968 él y Antonio, Rafael y José formaron un grupo llamado 'Los Jóvenes'. «El equipo se lo compramos a un conjunto de Cádiar que se llamaba 'Los Volcanes'. Mi padre no quiso darme 8.000 pesetas de las de antes para comprar una guitarra eléctrica y tuve que pedirle el dinero prestado al padre de Eduardo Alonso, de Yátor. Pues bien, sin saber tocar nada de nada, a los pocos días nos contrataron los mayordomos de las fiestas de Juviles y fuimos con un taxista de Yátor. Antes de tocar nos llevaron a la fonda y nos pusieron dos fuentes de costilla en adobo, morcilla y longaniza que no la blincaba un galgo. Luego nos pusimos a tocar en la plaza, y como no sabíamos hacerlo, la gente empezó a vocearnos y a tirarnos tomates y no tuvimos más remedio que salir pitando de allí y escondernos donde pillamos, dos del grupo en un pajar. Cuando se aplacó la cosa regresamos a nuestro pueblo pringando. Pasado un tiempo volvimos, ya sabiendo tocar, y la gente nos aplaudió mucho. Recuerdo que en este pueblo la Guardia Civil de Bérchules nos denunció por ser menores de edad y cada uno tuvimos que pagar de multa 20 duros o lo que es lo mismo, 100 pesetas», rememora este músico.
El grupo 'Los Volcanes', según Lorenzo «estuvo en activo hasta 1975. En poco tiempo se hizo famoso en La Alpujarra oriental. Éramos muy solicitados en Ugíjar, Válor, Yegen, Mecina Bombarón y otros pueblos. Nosotros nos movíamos en un Seat 850. Donde más actuamos fue en Bérchules y Murtas. En este último pueblo actuábamos cada año desde el día 22 de diciembre hasta el 8 de enero. En aquellos entonces era toda una proeza conseguir hacerse con instrumentos eléctricos y equipos de amplificación. En España, el fenómeno de los conjuntos músico-vocales surgió a partir de 1964 inspirado en los éxitos de difusión de los discos de los Beatles, verdaderos precursores del cambio de estilo musical y de la moda de los años sesenta. Hasta entonces el mercado español estaba conformado por cantantes melódicos de ritmo lento y tono nostálgico con canciones sentimentales y amorosas de clara influencia francesa e italiana interpretadas por cantantes solistas como Jorge Sepúlveda, José Guardiola, Antonio Machín, Lilian de Celis, Sara Montiel, etcétera», ha manifestado Lorenzo García.
El guitarrista Lorenzo García ha sido churrero y tiene más vidas que un gato. A los cinco años de edad fue dado por muerto tras un ataque de acetona. Su cuerpo fue velado en su casa. Todo el pueblo pasó por ella para dar el pésame a su familia. Hubo mucha conmoción en esta zona famosa por su fábrica de aceite puro de oliva. El médico, don Antonio, que se encontraba en Mecina Bombarón, se acercó a Yátor y lo declaró fallecido. El cuerpo de Lorenzo ya estaba frío. Al siguiente día se celebró el entierro. La caja blanca hecha por un carpintero iba descubierta, sin la tapa durante el cortejo fúnebre. Después, en el campo santo, cuando ya iba a ser introducido el pequeño féretro en un nicho, una tía carnal de Lorenzo llamada Trinidad quiso despedir para siempre a su querido sobrino dándole un beso. Entonces, Trinidad apreció que Lorenzo respiraba cada vez más fuerte y que por lo tanto el pequeño Lorenzo estaba vivo y había 'resucitado'.
De pronto, el pueblo de Yátor pasó en un santi amen de la tristeza y los lloros a la alegría. Siete años más tarde Lorenzo se cayó desde el campanario de la torre de la iglesia a la plaza y no le pasó nada. También a Lorenzo no le pasó nada cuando se examinaba para la obtención del carnet de conducir en Granada y volcó por un balate de una finca llegando a parar a un maizal. Más tarde se hizo con el ansiado carnet examinándose pero en Almería porque no salió bien parado con lo que le dijo y prometió el examinador de Granada. Los ancestros de Lorenzo dedicaron a elaborar churros en los pueblos de La Alpujarra. Lorenzo ha podido indagar que desde el año 1810 su familia se ha dedicado a fabricar tejeringos en ferias y fiestas de los pueblos. Ahora lo hacen casi todos sus descendientes en La Alpujarra granadina y almeriense.
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