Congresos presididos por los Reyes de España y programas de RTVE, entre los «escándalos» del párroco de la Alpujarra
Representantes de la UGR y de la Diputación certifican la bondad del sacerdote y aplauden que abra las puertas de la iglesia de Pampaneira a las actividades culturales
Una hora y pico de curvas entre Granada y Pampaneira se desvanecen cuando al entrar en la localidad alpujarreña un mosaico de gran tamaño saluda ... a los visitantes con una frase mágica, quizá la primera que se escribió en toda España para luchar contra la despoblación, ahora tan grave y tan de moda: «Pampaneira. La Alpujarra. Viajero. Quédate a vivir con nosotros».
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Laberintos del destino, es la frase que también despidió esta semana pasada al párroco del lugar, encargado de siete localidades de la Alpujarra Alta -Capileira, Bubión, Pampaneira, Soportújar, Atalbéitar, Mecina Fondales y Ferreirola-, Alfonso Aguilar González, destituido por el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, quien dejará este cargo de forma inminente.
La explicación de esta destitución que ha escandalizado a feligreses y vecinos de la comarca alpujarreña, es precisamente «por escandalizar por abrir las iglesias a las actividades culturales», según explicó el propio afectado en sus redes sociales y publicó este mismo periódico.
Se recogía así que el religioso, que llevaba siete años en la zona, había escrito que «el arzobispo saliente, don Javier», piensa que «he escandalizado y confundido a la gente por abrir iglesias a eventos culturales. En consecuencia, me traslada desde este domingo 11 de diciembre como párroco de Chimeneas, Ácula y Castillo de Tajarja, siguiendo como profesor de Metafísica, Filosofía del Conocimiento y Lógica en Granada los lunes y martes», señalaba Aguilar González.
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Reacciones en los pueblos afectados
Las reacciones no se han hecho esperar al conocerse esta noticia. Algunos, más avezados, destacan el altísimo potencial intelectual de Alfonso Aguilar González -su currículo que tiene publicado en Linkedin, ocupa nada más y nada menos que 28 páginas con titulaciones, experiencia, docencia, cursos, congresos, cursillo y artículos publicados-. «Podría haber sido perfectamente arzobispo», concluyen.
«Vamos a ver si hacemos una manifestación para protestar por las formas y la salida de nuestro querido párroco«
Sin embargo, otras fuentes comentan que fue el todavía arzobispo de Granada el que fue a esperarle al aeropuerto cuando Alfonso Aguilar González llegó a Granada para desarrollar su pastoral en la Alpujarra. «Estaba en el Vaticano, pero quería ser un simple párroco en pueblos alejados de los centros de poder. La Alpujarra le vino como anillo al dedo».
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De hecho, en clara coincidencia, Alfonso Aguilar González volverá este mismo jueves a la Alpujarra. «Le queda pendiente una comida que organizan sus amistades en un cortijo y que siempre se celebra por estas fechas finales del año».
No es lo único que se está cociendo en la Alpujarra. Otros, más animosos, están pensando «seriamente» en organizar una protesta. «Vamos a ver si hacemos una manifestación para protestar por las formas y la salida de nuestro querido párroco. Que el Arzobispado sepa que la labor que ha desplegado ha sido maravillosa. Todo el mundo le queremos. De hecho, casi nos lo rifábamos para que atendiera nuestros bautizos y demás celebraciones», comparten.
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Las actividades culturales organizadas
La pregunta que ha quedado en el aire es qué diablos organizaba don Alfonso en las parroquias. Rafael Vílchez, corresponsal de IDEAL en la Alpujarra, explica que se hacían muchos conciertos de música sacra y se cantaban villancicos. No parecen ser actividades muy escandalosas.
De igual forma, don Alfonso había encabezado un proyecto para recoger, ordenar y recuperar todo tipo de paneles, cuadros, ornamentos, mantos, libros, enseres litúrgicos y caseros, herrajes y yunques, campanas del año 1796, bóvedas y vigas originales de sus parroquias.
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«Estaba convirtiendo los campanarios y recintos parroquiales, como por ejemplo, las sacristías, en museos de arte religioso», explica Rafael Vílchez. «Las primeras iglesias y campanarios que ya se pueden visitar y que posee más de 300 piezas antiguas son las de Mecina Fondales y Capileira», añade. Una vez más, el escándalo o el sacrilegio no aparece en principio por ningún lado.
Micrófonos sobre el altar
Hay que retroceder hasta el mes de agosto de 2019 para encontrar una actividad diferente, original, que sí puede llamar la atención, pero que se realiza desde el máximo respeto. Se trata de la grabación del programa Discópolis, de Radio 3 de RTVE, en el interior de la iglesia de la Santa Cruz de Pampaneira, con motivo de la cuarta edición del festival Sulayr que se desarrolló entre el 22 y el 25 de agosto. «Grabamos el programa, como una actividad más del festival, el viernes 23 a las siete y media de la tarde», comenta el director del programa, el veterano periodista José Miguel López de Haro.
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«En cuanto hay un párroco bueno, la jerarquía eclesiástica se lo cepilla. Este cura permitió hacer un Discópolis en su templo y el festival Sulayr»
En efecto, durante la grabación de este programa, la iglesia de Pampaneira se llenó de cables, micros, altavoces y todos los aperos necesarios para grabar un programa de radio. Y, por supuesto, de músicos. En este programa participaron hasta una decena de personas, entre músicos, profesores, representantes de la Diputación, el alcalde de la localidad y, por supuesto, don Alfonso.
El propio director del programa, José Miguel López de Haro, se ha manifestado a favor de la labor realizada por don Alfonso y ha publicado en Facebook el siguiente texto: «En cuanto hay un párroco bueno, la jerarquía eclesiástica se lo cepilla. ¡Qué vergüenza! Este cura permitió hacer un Discópolis en su templo y el festival Sulayr. Tuve la fortuna de incluir una entrevista suya en Radio 3».
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Un congreso internacional
Más adelante, este mismo año, entre los días 12 y 16 de septiembre, se celebró el congreso internacional 'Ganarse la vida. Género y trabajo a través de los siglos». La cita era de enjundia. Estaban implicadas instituciones como la Universidad de Granada y la Diputación. La gracia era la descentralización, subirse a la Alpujarra y llevar a trescientos profesores, profesionales, investigadores y científicos al ámbito rural.
En efecto, el día de la presentación de este congreso se destacó que el lugar elegido como sede del congreso no había sido fruto de la casualidad. «Se desarrollará en el medio rural, desmontando barreras y demostrando el potencial que tienen los pequeños municipios, en este caso Pampaneira, que se ha volcado en la organización».
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Pero… ¿tiene la Alpujarra un Palacio de Congresos, salas multiusos, aulas magnas o salas de conferencias para una reunión de esta magnitud? La respuesta es no. Pero, ahí está la mano de don Alfonso, la iglesia de la Santa Cruz de Pampaneira se convertiría esos días en la sala plenaria del Congreso.
Entonces, volvieron los micros, los cables y los altavoces al interior del templo. Más aún, el mismísimo altar se convirtió en la mesa presidencial en la que los sesudos y sesudas congresistas debatían sobre la importancia del papel de la mujer. Era tal la dimensión científica de este congreso, que incluso los Reyes de España habían accedido a ser sus presidentes de honor. Quizá fue entonces cuando terminaron de saltar todas las alarmas en el Arzobispado Granada.
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Apoyo académico e institucional
Pero nadie más vio nunca nada escandaloso. Margarita Birriel, coordinadora del congreso y profesora del departamento de Historia Antigua y América de la Universidad de Granada (UGR), solo tiene buenos recuerdos. «La experiencia fue muy buena. Ya habíamos colaborado con don Alfonso y él con el Centro de Estudios Históricos del Valle de Lecrín y la Alpujarra y con la UGR. Para mí el párroco es un ejemplo de cómo se construye comunidad, porque está allí sobre el terreno y apoya las actividades culturales de las que todos nos beneficiamos».
«Las iglesias son edificios maravillosos que han estado abiertos para todo el mundo. Por mi parte, todo el apoyo al párroco».
Respecto al uso de la iglesia como plenario del congreso, lo tiene claro Margarita Birriel. «Las iglesias son edificios maravillosos que han estado abiertos para todo el mundo. No lo entiendo, ha hecho tanto por su parroquia que no me cabe e la cabeza su traslado. Estas cosas suceden inexplicablemente. El párroco es una de esas personas que hacen mucha falta en esta sociedad. Por mi parte, todo el apoyo al párroco».
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Mercedes Garzón, diputada de Igualdad y organizadora asimismo del congreso, también comparte su perplejidad y disgusto. Ha estado en la iglesia de Pampaneira en dos ocasiones. La primera para inaugurar un taller de la importancia de la mujer en la música de la Alpujarra, «con un concierto maravilloso». La segunda inauguró el congreso de Género y Trabajo, sobre el papel de la mujer en la historia.
«En ambas ocasiones le agradecimos al párroco por ceder sus instalaciones, porque entiendo que es la fórmula para acercarse a la sociedad. Lo único que vi es muchísima gente, la iglesia llena. Me encantó la experiencia». También apunta que «abrir las puertas de la iglesia a la cultura es vida para tu municipio y la Alpujarra. Si decimos que hay que luchar contra la despoblación, qué mejor forma de hacerlo que ciudadanía, ayuntamientos, instituciones y parroquias trabajen juntos».
La versión del arzobispado
Este periódico se ha puesto en contacto con el Arzobispado de Granada para ofrecerle publicar su versión de los hechos. No ha respondido.
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