El artesano granadino que rescata los antiguos trabajos en miniatura con una técnica milenaria
Enrique Carmona Santaella ha recuperado en su pueblo de Lanjarón los trabajos de tejeduría que realizaron sus ancestros y otros artesanos con juncos finísimos y mimbres
Enrique Carmona Santaella, nacido en Lanjarón hace 32 años, es un experto en fabricar con sus propias manos piezas de mimbre en miniatura con médulas ... de junco (fibra interior de la caña, muy flexible para tejer). Su tío José 'El Niñillo', nacido hace 84 años, lo enseñó. A Enrique desde pequeño le han encantado las miniaturas. Lo primero que hizo fue belenes. Luego empezó con otras cosas. Ahora trabaja con médula de junco finísima, de un milímetro de espesor.
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El material le llega de fuera. Enrique trabaja como operario de limpieza en el Ayuntamiento de Lanjarón y cuando el tiempo me lo permite realiza canastillos como los que utilizaban las niñas de primera comunión hace bastantes años. También fabrica silloncitos para sentar a las muñecas, tabaques, vaseras muy bien trenzadas y decoradas, espejos, mesas con sus sillones a juego, floreros con tres calados distintos, cestas, bolsos, etcétera. Sus trabajos los puede hacer a varias escalas. A Enrique le encantaría que hubiera un lugar para mostrar sus trabajos y una escuela para que el tejer con médula de junto no se pierda.
Cómo se hace
Para tejer con médula de junco es necesario humedecerla previamente para hacerla flexible, luego se la entrelaza alrededor de 'quías' o juncos más gruesos y fuertes, para crear un tejido uniforme y fuerte. Enrique Carmona y Visitación Cortés, bisabuelos de Enrique, en la época dorada de Lanjarón fabricaban vaseras, canastas, cestas de palaín y collares. También el abuelo de Enrique fabricaba con mimbre en la recámara de su casa roperos, canastos, cestillas de dos tapaderas y otras cosas. Parte de su familia era canastera tanto de mimbre como de palaín. Lanjarón tuvo en otros tiempos muchos artesanos del mimbre. Ahora quedan muy pocos.
Esta técnica tiene orígenes milenarios y aunque se ha adaptado al presente, sigue siendo un oficio valorado por su sostenibilidad y la creación de piezas únicas. Enrique Carmona Santaella, ayudado por su amigo José Luis Estévez, ha mostrado al público algunos de sus trabajos en la Placeta de Santa Ana de Lanjarón, junto a su fuente y lavadero decorado últimamente por el Ayuntamiento con una preciosa escultura de una lavandera a tamaño natural.
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