Juzgan en Granada a un hombre por intentar matar a su hermano a martillazos y puñaladas

El suceso ocurrió en junio de 2023 y la fiscalía atribuye al encausado, que está en prisión desde que se produzco el altercado, la presunta comisión de un delito de tentativa de homicidio, «con la agravante de parentesco», y otro de quebrantamiento de la medida de alejamiento, que están castigados con penas que suman nueve años de prisión.

Por contra, la defensa del investigado, que ejerce el abogado Vicente Rodríguez Quirantes, solicita la libre absolución de su cliente, aunque, en todo caso, «concurriría la eximente de intoxicación plena» y la atenuante de reparación del daño, expone el letrado en sus conclusiones de cara a la vista oral, que se celebrará en las próximas semanas la Audiencia Provincial de Granada.

Todo empezó con un violento y ruidoso despertar. A las diez y media de la mañana del 18 de junio del año pasado, siempre según la fiscalía, el procesado se puso a aporrear la puerta del dormitorio en el que descansaba su hermano junto a su pareja. Llevaba un martillo y un cuchillo. Quería que la víctima le franquease la entrada porque tenía el pestillo echado.

Alarmado por las voces y los golpes, el perjudicado abrió y recibió un martillazo en el rostro. «(...) El acusado, con animo de acabar con su vida y sin mediar palabra, le propinó un fuerte golpe con el martillo en la cara que le hizo caer hacia atrás al suelo».

Se inicio entonces un forcejeo entre los hermanos, «en el transcurso del cual», el imputado «asestó tres puñaladas en la espalda» al afectado.

Viendo el cariz que estaban tomando la situación, la novia se interpuso entre ambos y consiguió desarmar al presunto agresor. Acto seguido, la pareja consiguió expulsar de la estancia al supuesto atacante, quien no dejaba de repetir «qué bien me he quedado», recalca la fiscalía de Granada en el escrito en el que formula los cargos contra el encausado, que está entre rejas desde 2023.

«Finalmente –agrega el documento al que ha tenido acceso IDEAL–, el acusado abandonó el domicilio, no sin antes dirigirse (a su hermano), al que, señalándole y haciendo a la vez ademán de dispararse en la cabeza, le increpó 'te voy a pegar un tiro y te voy a matar'».

La víctima, de 25 años, sufrió la fractura de la mandíbula y presentaba cortes en la espalda y hematomas en el cuello, unas lesiones de las que tardó en curarse noventa días y que le dejaron cinco cicatrices en el cuerpo.

En septiembre de 2021, dos años antes del suceso, un juzgado de Instrucción de Motril había dictado una medida cautelar que «imponía al acusado la prohibición de aproximarse a menos de 50 metros de (...) su hermano, de su domicilio, de su lugar de trabajo (...) y de comunicarse con el por cualquier medio», precisa el ministerio público.

Esa orden estaba vigente cuando ocurrió el presunto intento de homicidio. No obstante, la fiscalía señala que ambos «vivían en el mismo dominio».

Además de los nueve años de cárcel, el procesado, en caso de ser condenado, debería indemnizar a su hermano con «15.444,73 euros por las lesiones causadas, 5.263,10 euros por la curación y 10.181,63 euros por las secuelas que le restan», recoge el escrito del fiscal, que también reclama que el supuesto autor de la agresión no pueda acercarse a su hermano durante diez años.