La Junta decidirá en julio si permite que la Vuelta Ciclista llegue a cumbres protegidas

La meta que quieren situar en las cumbres más altas de la loma de Dílar, en las aproximaciones del Veleta, justo donde se ubica el Observatorio IRAM Pico Veleta, marcaría un hito en la historia mundial del ciclismo. El Tour de Francia y el Giro de Italia han llegado a atravesar puertos de montaña de ese nivel pero jamás se ha instalado una meta a esa altura, con las condicionantes de dureza extrema que supondría para la prueba.

Un auténtico espectáculo para los amantes del ciclismo que, sin embargo, choca con la normativa de protección del Parque Natural de Sierra Nevada que impide realizar pruebas deportivas de carácter competitivo dentro de sus límites. Solo están autorizadas una decena de carreras que se celebraban tradicionalmente antes de que el espacio fuera declarado Parque Natural, en el año 1989 y se mantuvieron como excepción en la norma.

La Junta de Andalucía ve razonable incluir la Vuelta dentro de esas excepciones y por ello, tras la solicitud de la empresa organizadora de la Vuelta, el pasado año inició los trámites para cambiar la normativa que regula el funcionamiento del parque.

Hoy concluye el periodo alegaciones al proceso y fuentes del Parque Natural de Sierra Nevada confirman a IDEAL que la consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible decidirá antes del 15 de julio si finalmente otorga el permiso a la Vuelta para sobrepasar los límites del Parque Natural y ubicar la meta en la zona del telescopio.

Desde el año 1979, la Vuelta Ciclista a España ha entrado 18 veces en espacios naturales protegidos de la provincia, según fuentes del Parque nacional de Sierra Nevada, que apuesta por incluirla en el listado de pruebas compatibles con su protección. Es más, ven en la atención mediática mundial que la Vuelta supondrá para Sierra Nevada la ocasión perfecta para difundir los valores de respeto hacia el Parque natural.

Sin embargo la posibilidad de que la serpiente multicolor alcance las cumbres más protegidas ha abierto la caja de los truenos y un encendido debate en Sierra Nevada. Colectivos ecologistas, científicos, montañeros y federaciones deportivas se han posicionado en contra de la llegada de la Vuelta Ciclista hasta la zona del telescopio, mientras empresarios y la propia Junta, que tramita la modificación de la norma, ven con buenos ojos la propuesta.

La consejería tendrá la última palabra pero antes de tomar la decisión contará con el informe del Consejo de Participación de Sierra Nevada, un órgano asesor compuesto por sesenta miembros entre los que se incluyen representantes de las administraciones (Gobierno central, Junta, ayuntamientos), regantes, federaciones deportiva y otras voces implicadas en la conservación del parque.

El órgano ha abordado ya el asunto en dos comisiones y un pleno, con fuerte división y expertos de peso que insisten en que abrir la puerta del parque a la Vuelta supondrá un paso atrás en materia de conservación.

Antes del próximo mes julio, el Consejo volverá a celebrar un pleno para posicionarse en uno u otro sentido y trasladar su informe a la consejería. Además, la Junta también tendrá en cuenta otro informe que emitirá el Consejo de la Red de Parques Nacionales, dependiente del Gobierno central. Ambos son informes consultivos pero no vinculantes.

De forma paralela, la Junta tendrá que resolver las alegaciones presentadas al proceso, entre ellas una con una potente argumentación técnica que firman un grupo de 45 científicos de ocho universidades, entre ellas la UGRy el CSIF, que concluye el «grave riesgo para la biodiversidad» que supondría el paso de la vuelta.

No lo ve así el director del Parque Nacional de Sierra Nevada, Francisco de Asís Muñoz, que cree que hay que quitar «drama» a la polémica. «La vuelta ha entrado en 16 ocasiones en espacios naturales protegidos en Granada. Ha pasado por Güéjar Sierra, Pradollano... y en dos ocasiones ha entrado en la zona de La Ragua y el Dornajo. La normativa que regula el funcionamiento del parque probablemente no la incluyó en las actividades tradicionales permitidas porque no era fija todos los años», comenta.

Muñoz cree por tanto «justo» utilizar con la Vuelta el mismo criterio que con otras pruebas deportivas. Explica que el escollo es que la prueba tiene que atravesar poco menos de un kilometro de la GR-420, una carretera asfaltada dentro del parque nacional que es de uso restringido.

«Pero cada año hay más de 400 autorizaciones para traspasar las barreras del parque. Usan esa carretera proveedores para llegar a los negocios, deportistas agricultores, investigadores, etc», apunta. Igualmente recuerda que en los meses de verano, unos 20.000 ciclistas transitan esa carretera, con una media de 300 bicis al día.

«En la Vuelta compiten 150 corredores, sería el día que menos bicis pasaran. Si apostamos por permitirlo es porque tenemos la certeza de que no a hacer daño y de que la empresa va a respetar de manera escrupulosa todas las restricciones», esgrime Muñoz. La logística que conlleva la Vuelta supera los 300 coches, una veintena de trailers, motos...

«Sin embargo, de los 150 coches de carrera, a meta permitiríamos entrar solo cuatro, todo lo demás tendrá el acceso restringido. El compromiso está asumido por la empresa y le impondríamos unas condicinoes férreas», sentencia.

Por su parte, desde la empresa Unipublic, organizadora de la Vuelta, aseguran IDEAL que al tratarse de «una meta sin precedentes» no tiene por qué seguir el operativo de otras ediciones. «Nos ajustaríamos a todas las restricciones que imponga el Parque Natural», afirman. La decisión sobre el permiso estará en el aire al menos hasta julio y el tiempo juega en contra para la organización. «No tiramos la toalla. Seríamos capaces de organizarlo», aseguraban ayer.