La Junta cierra los bares por la noche, pero mantiene la movilidad dentro de Andalucía

Una vez que han pasado las fiestas y después del aumento de contagios, desde la Junta ven prioritario recortar horarios y reducir aforos en la actividad no esencial. Lo que pretende el Gobierno regional es «equilibrar», mientras la pandemia lo permita, ese binomio de nuevo cuño entre salud y economía que se ha extendido entre los gobernantes en estos tiempos de coronavirus. La evolución de esta crisis sanitaria en Andalucía no es todavía tan mala como en otras comunidades autónomas. Así lo hizo constar el presidente, que hizo alusión ayer a la tasa de incidencia andaluza y a la presión hospitalaria, que por el momento no ha subido en exceso, para justificar su nueva batería de medidas, que a priori no parecen tan duras como cabría esperar.

Como la situación es más bien templada por ahora, Moreno, que apoyó su decisión en el análisis de los expertos sanitarios que le asesoran, anunció recortes en algunas medidas pero sin tocar –«por el momento», advirtió– la movilidad dentro de Andalucía salvo para casos excepcionales. Algo que no repercute en Granada, donde la única diferenciación entre territorios se localiza en el área Sur (Costa y Alpujarra). El motivo es que se mantiene en la fase actual de restricciones, la 3. Mientras que el resto (capital, Cinturón y el distrito sanitario Nordeste), degrada su posición porque están registrando un alza en su curva de contagios. Retroceden por tanto a la fase 4 nivel 1, que entre otras cosas limita la actividad del transporte público, la capacidad de los bares o de los eventos sociales.

A pesar de estas diferencias, en toda la provincia así como en toda la región entrará en vigor un recorte horario en la actividad de los bares, a los que se les prohibe otra vez abrir por la noche. Tendrán que cerrar a las 18 horas a excepción de las cafeterías, que podrán servir bebida (excluyendo el alcohol)  y comida hasta las ocho. Y en las mesas, un máximo de seis personas. Además, el toque de queda se adelanta una hora. Pasa a ser de diez de la noche a seis de la madrugada.

En cuanto a las tiendas, la Junta de Andalucía las mantiene abiertas hasta las ocho de la tarde. Esto supone un recorte sobre todo en lo que respecta a los centros comerciales, que han estado trabajando en su horario habitual (hasta las 22 horas) durante todas las navidades.

Y hasta ahí los cambios. Porque Moreno explicó ayer que la situación aún no es tan grave como para tocar la movilidad, que queda como estaba. En principio la comunidad autónoma continúa con sus accesos restringidos. Nadie podrá entrar o salir sin cumplir una de las salvedades que están contempladas en el decreto en vigor. Pero se va a ser más flexible en los desplazamientos interiores.

Se permitirá trascender la provincia y también el municipio siempre y cuando no se salga de Andalucía o se pretenda entrar o salir en algunas de las zonas que han sido degradadas a la fase 4 nivel 2. Ninguna de ellas se localiza en Granada. Son ocho pueblos en Cádiz, junto el Campo de Gibraltar, y uno en Córdoba, Añora, que tiene una tasa en los últimos 14 días de 7.793 casos por cada 100.000 habitantes, según los datos que maneja Salud yFamilias.

Otra incógnita que resolvió el presidente de la Junta de Andalucía tras la reunión de expertos es cómo será la vuelta a las aulas. Tras un primer trimestre en el que la incidencia ha sido mínima en los centros escolares de educación obligatoria, Moreno cree que la transmisión actual del virus permite el regreso a las clases de forma presencial salvo en el caso de la universidad. En Granada, Jaén, Almería y Jerez de la Frontera las clases continuarán impartiéndose de forma virtual. Todas estas medidas entrarán en vigor a partir de la madrugada del domingo 10 y se prolongarán hasta la medianoche del día 24.

El presidente reveló ayer que mientras que la vacunación no haya inmunizado a tanta gente como para frenar el virus por sí misma, este vaivén en las medidas seguirá siendo la nota predominante en Andalucía. Moreno dijo ayer que en la Junta ya sabían que «llegaría» la tercera ola y que los expertos le han asegurado que será la «más dura». Pero de momento solo han detectado un «ligero repunte» en el número de contagios y de hospitalizaciones. De ahí que definiera las medidas tomadas ayer como «proporcionadas». Siguiendo una línea continuista que cree que ha funcionado hasta ahora.